Stone Sour: House of Gold & Bones Part 1

La de STONE SOUR es una carrera de fondo, liderada por Corey Taylor y Jim Root en primer plano, y Josh Rand en segundo plano. Su irrupción con su debut fue más vista como un “aprovecha el momento” por parte de los dos componentes de SLIPKNOT, atrayendo mucha atención por el hecho de ver la cara a dos de los enmascarados de Iowa. Pero ese disco homónimo tenía mucha calidad, y una historia detrás de un grupo que venía de tiempo atrás, que de primeras no sabíamos.

‘Come What(ever) May’ fue una sucesión lógica, sonando más agresivos en los temas más cañeros, más calmados en los medios tiempos. No faltaron sus visitas a España con uno y otro, cosa que no ocurrió en ‘Audio Secrecy’, donde optaban más por su lado menos crudo para gustarse en un sonido limpio y cuidadísimo, obra de Nick Raskulinecz. Esta vez han recurrido a David Bottrill (TOOL, PLACEBO, SILVERCHAIR, COHEED AND CAMBRIA…) repitiendo resultado en la produccion. Y es que para el estilo que practican, es parte primordial. ‘Gone Sovereign’ y ‘Absolute Zero’ lo demostraban, en una dupla de adelantos que nos mostraban el inicio de un álbum conceptual cuya continuación tendrá lugar en los primeros meses de 2013.

La primera de ellas (cuyo vídeo se ha estrenado recientemente) recordaba bastante a ‘Stone Sour’, rápida, con un Corey bastante agresivo en algunos tramos, y con Jim y Josh gustándose tanto en riffs como en los solos posteriores. A eso hay que añadir la máquina que es Roy Mayorga en la batería, y aunque en el clip al que se hace referencia veamos a Johny Chow (CAVALERA CONSPIRACY) al bajo, en estudio esas partes correspondieron a Rachel Bolan (SKID ROW). Era lógico que nos ofrecieran ese adelanto “dos en uno”, ya que enlazan de manera directa; la segunda es más pesada pero también con sus momentos melódicos de importancia. Y ese equilibrio es lo que parece que han buscado en esta primera parte de su nuevo trabajo, mostrar sus dos caras sin abusar de una de ellas, como pudo pasar en su anterior álbum. ‘A Rumor Of Skin’ continua la senda pesada y ruda, para dejar paso a la belleza de ‘The Travelers Part 1’, una especie de interludio semiacústico, con arreglos de cuerda de fondo. Su último tramo parece sacado de cualquier final dramático de ‘Lost’, desembocando en ‘Tired’, que no sé muy bien por qué, me ha recordado a QUEENSRYCHE. Un medio tiempo muy trabajado, distinto a lo que nos tienen acostumbrados y que se revela como uno de los temas más a tener en cuenta.

Si hay una cosa de la que se ha acusado a Corey Taylor es de llevar sus ideas de STONE SOUR a SLIPKNOT, pero nunca al revés. Pues bien, para abrir la segunda mitad de esta primera parte de ‘House of Gold & Bones’, ‘RU486’ recuerda bastante a ellos, con un registro rasgado y embrutecido, del que hacía tiempo no usaba en STONE SOUR, sin concesión a partes melódicas. Para ellas sí hay hueco en una machacona ‘My Name Is Allen’, seguida por ‘Taciturn’, la que será la nueva ‘Bother’ o ‘Through the Glass’, la balada acústica con subidón final; estaba claro que no podía faltar. En la recta final, ‘Influence Of A Drowsy God’ suena más oscura (espectacular su final), ‘The Travelers Part 2’ toma el testigo de la primera en forma de (otra vez) medio tiempo para terminar con ‘Last Of The Real’. Un cierre chocante, con un bajo muy presente en los tres minutos, y con Corey variando su registro a antojo. Sorprende que un corte tan bueno lo hayan dejado precisamente para el final.

¿El mejor disco de STONE SOUR? Pronto para saberlo, y ahí ya entran (como siempre) los gustos de cada uno. ¿El mejor producido y el más equilibrado? Sin duda. Y se han guardado unas cuantas canciones para la segunda parte. Si están, como mínimo, a la altura de estas once, estamos de enhorabuena. Esperemos que no ocurra lo que pasa muchas veces con este tipo de trabajos: que se juntan los mejores temas de uno y otro y te queda el disco perfecto. El hecho de espaciarlos en el tiempo es un plus a tener en cuenta.