Imperial State Electric: Honk Machine

Con este cuarto disco (cuatro discos en cinco años es una pasada según los estándares actuales) la banda consolida su sonido, haciéndolo más retro si cabe.

Desde que Hellacopters pasaron a mejor vida en el año 2008, el hueco que dejaron en la escena no ha podido ser cubierto por ninguna otra banda excepto la que su propio líder ha puesto en marcha. Han pasado diecisiete años desde que el rock and roll escandinavo se vino arriba y bandas como los propios Hellacopters, Backyard Babies o Gluecifer lo petaban a nivel europeo. Pero el desgaste y las continuas giras terminaron con algunas bandas clave mientras que otras como Backyard Babies acometieron una retirada temporal para poder encarar el futuro con garantías. Pero como Nicke Andersson era un tipo inquieto, tal y como acabaron Hellacopters se lanzó a la aventura y montó un nuevo grupo llamado Imperial State Electric, que tiene todo lo mejor de su antigua banda aunque con un sonido más vintage si es que eso es posible. Musicalmente son una continuación lógica de Hellacopters, aunque con un sonido más propio de la americana y con unos efluvios que van de Tom Petty a Cheap Trick pasando por Kiss y el rock de los 50’s.

Con este cuarto disco (cuatro discos en cinco años es una pasada según los estándares actuales) la banda consolida su sonido, haciéndolo más retro si cabe. Mientras que las baterías y guitarras del anterior “Reptile Brain Music” eran más duras, en “Honk Machine” la banda revierte hacia el sonido 50’s-60’s del primer disco. Muy stonianos en “Let Me Throw My Life Away”, los suecos se pasean por una variedad de subgéneros dentro del rock and roll más clásico, con estribillos muy trabajados por santo y seña. Otras como “Guard Down” recuerda al rock and roll de bailoteo fácil que en su día encumbró a Jet y bandas por el estilo. No obstante, cuando la banda se pone melodramática en canciones como “Another Armaggedon” o “Colder Down Here” es imposible no prestarles atención. Te convencen para coger una taza de café y ponerte a mirar al infinito cuestionando tu vida y decisiones. Los estados de ánimo que transpiran en las canciones de Imperial State Electric son, posiblemente, uno de sus puntos diferenciales más poderosos, habitualmente acentuados por unas teclas de piano en el momento adecuado.

Como viene siendo tradición, el disco tiene un tema que parece sacado del disco en solitario de Paul Stanley de Kiss. En “Pop War” era “Sheltered in the Sand” y en este nuevo disco es “Just Let Me Know”. A Andersson no le da miedo admitir sus influencias y como bien dijo en una entrevista que le hicimos hace años “si un día Kiss quieren sonar como sonaban en los ’70, que me llamen para producirles”.

Gran disco de rock and roll con temas frescos y sonido polvoriento y antiguo.