The Slam: Hit It!

Mucho feeling y muy buenas vibraciones las que produce este “Hit It!” de The Slam, banda proviene de la unión reciente de Serge Simic (voz) con Nic Marcos (bajista). En un momento de suerte todo un Glen Hughes se cruza en su camino y les invita a telonearles en su gira. A veces suena la flauta, y The Slam tuvieron suerte, hasta el punto de que el propio Hughes participa en un tema. El grupo practica un hard rock con tintes de sleazy, con mucha actitud y con grandes momentos. Su gran logro es la composición, pues la mayoría de cortes poseen mucho ángel y un Groove fantástico. No se cierran estilísticamente hablando, y sorprenden acertadamente.

Grandes estribillos, mucha personalidad y mucha clase. Los temas son directos, apenas llegan a los cuatro minutos, y en ellos la banda tira de coros, buenos solos de guitarra y buen humor. La entrada con “Wild Ride” deja muy claras sus intenciones: contundencia, decibelios, buenos coros y mucha melodía, con un marcado riff de guitarra. El combo sorprende primeramente con esa “oscura” y a voz casi gótica “Tears in the Rain”, que sin embargo despeja las noves en el estribillo, todo luminoso y pegadizo. Los detalles instrumentales son muchos y los juegos de Mike Blacksmith con el bombo son sutiles pero brillantes.

Evidentemente es “Little Angel” uno de los grandes cortes del disco, con Glenn Hughes haciendo subir su voz negra en los coros. Parece que han escrito el tema para el divo, y la verdad es que la cosa camina y funciona. Otra de las grnades sorpresas es la balada final acústica, un capricho en slide blues con un groove exquisito. Enorme el feeling conseguido con la guitarra. Por otro lado “Bad Blood” es puro sleazy acelerado y vacilón. Atención al gran estribillo de “Kisser” y a el trago de bourbon a palo seco que supone “Saddle the Moon”. Esta banda tiene algo bueno entre manos, de eso no hay duda…

Ópera prima por parte de esta banda que parece que apunta alto. El disco tiene mucha pegada, es variado y posee auténticos temazos dentro del estilo practicado. Es un material realizado para ser tocado en directo, con mucha alma y sobrado en actitud. La producción sucia, pero clara, le da ese otro plus que el disco necesita. Habrá pues que apuntar el nombre de The Slam, pues el disco te mantiene en vilo hasta el final. Nada de relleno, y eso es, a estas alturas, decir mucho…