Morbid Angel: HERETIC

“Heretic” supone el regreso tras 3 años de inactividad discográfica de la banda
más grande y coherente que el death metal ha parido nunca, le pese a quien le
pese.  Compañeros de quinta de DEATH, OBITUARY, DEICIDE, ATHEIST o NOCTURNUS,
MORBID ANGEL fue probablemente la primera banda realmente extrema en dar el
gran salto a una compañía discográfica multinacional y con ello al gran público.

Sus 3 primeros trabajos con David Vincent a las voces, “Altars of madness”,
“Blessed are the sick” y “Covenant” conforman quizá el mayor legado que ha dejado
el death metal tras estos primeros 15 años de existencia como subgénero metálico.
Innumerables son las bandas que les han intentado plagiar a lo largo de los
años, sin embargo muy pocas lo han conseguido.

Parte de su éxito se debe en mayor o menos grado a la técnica que siempre supieron
mostrar en cada uno de sus lanzamientos. Trey Azaghtoth y Pete Sandoval se erigieron
como auténticos maestros de sus instrumentos dejando en evidencia a muchas de
las supuestas “estrellas” del lucimiento individual y el ego musical exacerbado.
Esa técnica ha seguido ahí en cada uno de sus futuros discos, al igual que la
temática de sus letras, muchas de ellas dejando de lado los tópicos de la sangre
y lo macabro, y centrándose más en el estudio de las antiguas culturas y pueblos
o la literatura del señor Lovecraft.

Lo que más me ha sorprendido de “Heretic” es la endiablada velocidad que posee,
algo que yo ya daba por extinto tras su anterior “Gateways to annihilation”
y que nos devuelve a los MORBID ANGEL de “Formulas fatal to the flesh”, o retrocediendo
más en el tiempo a “Altars of Madness”. No estoy diciendo que su propuesta densa
y pesada de “Gateways to annihilation” fuera algo que me incomodase, simplemente
no me hacía a la idea de que los creadores de una joya como “Altars of madness”,
disco que habré escuchado por lo menos 14 millones de veces, hubieran decidido
quitar el pie del acelerador y centrarse en la parte más lenta y asfixiante
del death metal.

No creo que la marcha de Erik Rutan haya tenido nada que ver en esta nueva
andadura de los dioses americanos puesto que él, apenas componía nada para MORBID
ANGEL (en cambio sí para HATE ETERNAL, ya te vale majo que tras lo visto, ideas
no te faltaban…).

Los ritmos lentos de batería de con el doble bombo a todo trapo de Pete Sandoval
siguen ahí, los solos galácticos de Trey Azaghtoth continúan inalterables al
paso del tiempo como si todavía tuviera que demostrarle algo a su ídolo Eddie
Van Halen, idem de sus riffs enfermizos, la temática de las letras, la voz de
Steve Tucker que no sé por qué, me recuerda cada vez más a la de su predecesor
y tránsfuga del metal David Vincent…

MORBID ANGEL han dado un paso adelante, sin alejarse del death metal obviamente,
pero accediendo a una nueva dimensión sin tener que perder sus señas de identidad.
Ni siquiera la producción, que tras casi 15 años ha dejado de ser llevada a
cabo por los hermanos Morris en sus Morrisound Studios de Tampa, Florida para
recaer en las manos de su técnico de PA de los últimos años, Juan “Punchy” González
(sí, el freak ese que se puede ver en cada concierto de MORBID ANGEL delante
de la mesa llevando el sonido de la banda mientras berrea los temas y las letras
una tras otra como si las hubiera parido él…).

Muchos les dan por muertos y enterrados a la vez que encumbran a bandas de
tesituras más melódicas y accesibles como “auténticos” reyes del death metal
actual, sin embargo siento decir que me temo que mientras MORBID ANGEL sigan
en activo nadie se va a apoderar de su trono. Esto es algo impepinable, casi
tanto como que su nuevo disco va a comenzar por la letra “i”, se aceptan apuestas.

Como disco, ”Heretic” es un pleno más en su carrera, como banda, MORBID ANGEL
es la pieza clave y referente obligado para entender el death metal.