Ten: Heresy And Creed

Nuevo trabajo de Gary Hughes y sus señoriales Ten, una vez más con una formación bastante renovada, pese a que sólo ha pasado un año y medio desde su anterior y brillante Stormwarning.

En esta línea, Hughes vuelve a contar con su inseparable John Halliwell para las guitarras y coros, recupera a Steve Mckenna para el bajo, su cuatro cuerdas fetiche, ausente en Stormwarning, se deja en el camino, como era obvio, a Mark Zonder en la batería, ocupando su lugar Max Yates, deja fuera también a otro de sus escuderos a los teclados, Paul Hodson, reclutando al brillante Darrel Treece-Birch, y, por si era poco, vuelve a cambiar de guitarra solista nuevamente, pese al gran trabajo de Neil Fraser en el anterior trabajo, pero contratando al joven y versátil Dan Mitchel, para mí su mejor guitarrista en toda su carrera.

La producción final y la mezcla vuelven a correr a cargo de Dennis Ward en sus estudios alemanes, pese a que la grabación vuelve a ser realizada en Manchester por el propio Gary. Repite la receta de Stormwarning y vuelve a salir vencedor en este sentido, sin duda uno de los lastres históricos del vocalista británico.

Por otra parte, Gary también cambia de portadista. Luis Royo deja paso al brasileño Felipe Machado, con su inequívoco estilo, tanto en colores, como diseño y dibujos. Sin ir más lejos, poco dista esta portada del último trabajo de Saratoga, Némesis, o del álbum debut de The Magnificent, ambas del mismo autor.

Entrando directamente en harina, el inicio es colosal. La intro es épica donde las haya, llevando el sello propio del inglés, mientras que los dos primeros temas, propiamente dichos, son de "nueve". "Arabian Knights", te transporta directamente a las Cruzadas y sus Caballeros Templarios, con un aire medieval magnífico, arreglos orientales y un estribillo de lujo, mientras que "Gunrunning", el single, del cual han grabado un vídeo, es pura fantasía, un corte repleto de magia y un trabajo de melodías brillantísimas, con un solo de guitarra de impresión a cargo del joven Mitchell. En este sentido, la labor de Dan, el niño de la banda, es absolutamente genial. Su peso en la instrumentación es indiscutible. Se come con patatas al guitarrista clásico de la banda, el señor Vinny Burns, realizando una labor magnífica en todas las líneas solistas y arreglos de los temas. Su dinamismo y fluídez instrumental es brillante.

A partir de aquí, en mi opinión, el disco se diluye en exceso. Por ejemplo, aparecen dos temas de claro y absurdo relleno como "Raven's Eye" o "Right Now", que no pasan del simple "suficiente", y pese a los buenos intentos de cortes como "The Lights Go Down", "The Last Time", "Insatiable", muy Heavy en su construcción, con un trabajo de riffs a muy buen nivel y que casi se cuela, en cuanto a calidad, dentro del podio inical, "Unbelievable", o el propio "Another Rainy Day", que sin duda superan el "bien" con creces, ninguno de ellos alcanza la categoría de sobresaliente, como sí pasaba con asiduidad en Stormwarning, con tres delicias como "Endless Symphony", "Book Of Secrets" y "Kingdom Come", que marcaban claras diferencias.

En definitiva, buen disco de Hughes y los suyos, manteniendo la buena línea de siempre, eso sí, por encima de un álbum como fue The Twilight Chronicles, pero sin llegar al nivel de Stormwarning. Hughes pocas veces suele fallar, y esta vez no iba a ser menos. Trabajo a buen nivel, con un guitarrista brillante, cargado del más genuino Rock Melódico, con el sello propio de las Islas Británicas, aunque sin alcanzar la categoría de supremo, todo sea dicho. Los incondicionales del británico le podemos sacar mucho jugo.