Paul Sabu: Heartbreak

Paul Sabu es un guitarrista y compositor norteamericano que apareció en la
escena en el año 1979 con el primer disco de la banda SABU, enfocado hacia
el mercado disco. Ansioso de encontrar una banda con la que finalmente pudiera
llegar a ser alguien en el dificil mundo del rock, Sabu puso en marcha KIDD
GLOVE, naombre bajo el cual pudo conseguir un contrato con un subsello de la
todopoderosa Motown Records. La cosa no duraría mucho, y –pese a haber grabado
muchas demos bajo ese nombre- KIDD GLOVE jamás editarían su disco, lo que motivó a
Paul a reformar sus ya conocidos SABU y poner en circulación un disco llamado “Heartbreak”,
compuesto por casi todas las demos que había preparado para un posible primer
disco de KIDD GLOVE.

“Heartbreak” vio la luz en el año 1988 bajo los auspicios del sello Heavy
Metal America. No pasó demasiado tiempo hasta que el sello pasó por una díficil
situación económica y Paul Sabu tuvo que emigrar en busca de algo mejor. Ahora,
casi veinte años después, MTM Music ha adquirido los derechos de ese viejo
disco de hard ochentero de lo más goloso para editarlo dentro de su tradicional
manía de volver a poner en circulación todos los viejos discos de una época
que, por lo que se vislumbra, ya nunca volverá.

Es entrañable escuchar la cutrez de las cajas de ritmos, esos teclados que
parecen la musiquilla de una máquina tragaperras y esas portadas con una tia
enfundada en medias de rejilla y situada en pleno paseo de las estrellas de
Hollywood. Vamos, por donde quiera que uno coja este disco, rezuma “segunda-mitad-de-los-80” por
todos sitios. Gracias a Dios, el disco promocional que me ha llegado no incluye
libreto ni nada por el estilo, con lo que me ahorraré el ver las fotos del
señor Sabu con su mejor pinta de rompecorazones-pero-sensible.

Musicalmente, lo que encontramos en “Heartbreak” es pura esencia ochentera.
Toda esa cutrez que por entonces era gloria bendita es adictiva, especialmente
en el sonido de los discos y su producción, capaz de evocar felices recuerdos.
Temas como “Angeline” o el bonus track “Cassie” son un fiel reflejo de esas
típicas canciones duras a la par que ñoñas que gritaban “quiereme” a un montón
de señoritas que probablemente ni siquiera existían (aunque con nombres indudablemente
ochenteros…cuantas Cassies conocen ustedes en el 2006?). Incluso uno puede
llegar a imaginarse el videoclip del tema, con una señorita de protuberantes
pechos, pelo crepado y mucho humo por todos sitios. Ah, que entrañables tiempos.
Por suerte, el disco de Paul Sabu permanecerá muchos años en mi colección para
recordar como veía “La Pantera Rosa” en 1987 y al rato siguiente ponían un
video de Gary Moore en TVE1. Lo que yo te diga…cualquier tiempo pasado…