Clawfinger: Hate Yourself With Style

Después de unos años en los que CLAWFINGER acabaron algo distanciados de la
escena metálica, quizá no tanto en cuanto a sonido sino más bien en lo referente
a popularidad, la banda sueca ha fichado por Nuclear Blast centrando y dirigiendo
de nuevo su propuesta hacia los sectores más metálicos del entramado musical.
CLAWFINGER llegaron a ser grandes, muy grandes una década atrás y es de suponer
que con un trabajo como “Hate Yourself with Style”, la banda liderada por Zak
y Bard intente retomar las riendas de su carrera que les llevaron tiempo atrás
a sonar en todos lados acaparando la atención de todos los medios y vendiendo
unos cuantos centenares de miles de discos. 10 años después de su sonado e
inesperado éxito con “Deaf Dumb Blind” y “Use your Brain”, la banda sigue en
activo lanzando trabajos cuya respuesta por media Europa todavía se ve reflejada
en cantidad de singles editados y entradas en las listas de éxitos de varios
paises. No he seguido de cerca la evolución musical de CLAWFINGER en sus 3
o 4 anteriores trabajos, pero les aseguro que “Hate yourself with Style” posee
momentos de verdadera dureza y contundencia, donde el “Rap” del que se supone
que son embajadores en tierras metálicas, aparece en muy contadas ocasiones,
dando paso a encolerizados himnos de thrashcore, metalcore o como se le quiera
llamar, que denotan que estos suecos todavía poseen suficiente entrega como
para arremeter con todas sus fuerzas dejando bien claro que no todas las bandas
metalo-alternativas de los 90’s deben, por definición, acabar haciendo música
Pop y demás. CLAWFINGER suenan pesados, por momentos muy rápidos y sobretodo
pegadizos, logrando que la intensidad plasmada en algunos estribillos sea digna
de mención. Los fans de la banda saben que el toque distintivo en el grupo
lo pone Zak Tell con sus voces semi rapeadas, sin embargo ahí está el metálico
del grupo, Bard Tortensen, para equilibrar la balanza y darle el toque maestro
para que el disco supure Metal por todos sus poros.

Como single de adelanto se ha escogido “Dirty Lies”, pero les aeguro que tan
pegadizos como ese tema pueden serlo “Breakout (Embrace the Child Inside You)”, “Hate
Yourself with Style”, “Without a Case” o sobretodo “Sick of Myself”, mostrando
que CLAWFINGER todavía poseen la magia necesaria para componer hits (otra cosa
es que su sello desee promocionarlos como la multinacional East West lo hizo
en su día; A lo grande).

A nivel de producción, “Hate Yourself with Style” lo borda en absolutamente
todos los aspectos, desde unas voces perfectamente grabadas situadas en un
primer plano para lograr transmitir la contundencia necesaria hasta un muro
de guitarras sin apenas alarde alguno, pero directas e incisivas, pasando por
una base rítmica donde sobretodo destaca el bajo, poseedor de un sonidazo de
lujo que le hace estar presente de una forma muy definida durante los más de
tres cuartos de hora que dura este trabajo.

Si nunca antes tuviste la oportunidad de escuchar a CLAWFINGER y en alguna
ocasión tu hermano mayor te ha hablado de ellos, prueba a imaginarte un híbrido
entre RAMMSTEIN, MESHUGGAH, FAITH NO MORE, S.O.D. y los últimos SOILWORK, quizá des
imaginariamente con algo, que de bien seguro equidistará enormemente de la
realidad, pero puede ser perfectamente válido a modo de aproximación a lo que
estos suecos llevan haciendo desde hace casi 15 años.