'Berlín' es un viaje entre la melodía y la rabia, donde cada canción nos lleva a un paraje distinto dentro de un núcleo sonoro básico que tienen todas en común. Dentro de lo predecible de su estilo, juegan a sorprender con diversos matices. No son novatos y saben aprovechar todo lo aprendido en un estilo propio moldeado a lo largo de tres décadas.

Tras 3 años desde su último álbum, ‘La Ira’, ahora llega el turno de ‘Berlín’. Con este álbum pretenden englobar sentimientos como el sufrimiento y la lucha personal, buscando la evolución constante, y lo mismo con su música. Lanza, en definitiva, un mensaje de superación. Para la producción de este proyecto han contado con Víctor García Tapia en el artwork, Carlos Santos como encargado de la grabación y Will Putney para la mezcla. Para celebrar la publicación de ‘Berlín’, harán el primer y «quizás último» concierto acústico de su carrera. Más concretamente, el 28 de diciembre en Madrid.

Viaje por mil parajes sin salir de ‘Berlín’

«Persiste, insiste, repite» llega con un ritmo lento y una base pesada, con una voz protagonista cargada de rabia y fuerza. Más adelante, el ritmo acelera y las guitarras continúan dando ese punto de pesadez e intensidad, así como la voz mantiene esa fuerza del principio. Continúan con «Tu Destino», con ritmos cambiantes capitaneados por una voz más constante y con menos matices que en la primera canción. Como variedad, incluyen un fragmento melódico que aporta dinamismo a una canción que, sin él, podría ser excesivamente pesada y lenta debido a su intensa atmósfera.

Con «Eclipse», sacan la artillería pesada. Esta canción fue la elegida como adelanto del álbum debido a su mayor número de matices, donde se pueden escuchar momentos más intensos, otros más melódicos y otros más adrenalínicos. Se trata de una canción rica musicalmente, cargada de detalles y cambios, amena y personal. «El principio de un comienzo» aporta un nuevo elemento que empezaba a echarse en falta: juegos más extremos con la velocidad. De un ritmo veloz y acelerado, pasan por momentos más intensos, subiendo y bajando manteniendo la atención y el suspense.

Cogen carrerilla y suben una marcha

Acercándonos a la mitad del disco, podemos encontrar un conjunto de canciones que comienzan a dar forma al álbum como una agrupación de canciones diversas y personales. «No sé decir adiós» comienza suave creando un suspense que te intriga sobre cómo romperá canción y que camino tomará. Va ganando intensidad y finalmente culmina en una atmósfera intensa, oscura y pesada. Recordando a «Eclipse» por su gran número de cambios y matices, va mutando bailando entre lo melódico y lo intenso, entre la calma y la agresividad. En conjunto, se trata de una canción cargada de personalidad con un alma muy especial.

«Libertad» es más sencilla y directa que la canción anterior. Riffs simples y pesados, efectivos para seguir una percusión principalmente acelerada y acompañando a una voz desgarrada y potente. Se agradece el dinamismo que aportan los momentos más acelerados de las pocas canciones que siguen ese camino, pero no cuentan con una presencia tan llamativa como otras canciones más lentas, pesadas y sentidas. Como añadido, en esta canción se retoman con bastante protagonismo los screamings de Molly, que siempre aportan fuerza a la música de Hamlet. Siguiendo una línea similar, llega «Cada día un día más». Con una base sencilla, un ritmo cambiante pero generalmente más acelerado que la norma habitual, y una voz cargada de fuerza e intensidad, no destaca especialmente en el conjunto del álbum, peor tampoco pasa totalmente desapercibida. Como cada canción, aporta sus propios matices al álbum y ayuda a crear un conjunto entretenido y variado.

Atmósfera adictiva hasta el final

Retoman la velocidad aminorada que caracteriza a las primeras canciones del álbum con «Héroe». La voz se desgarra por momentos, mientras en otros es puramente melódica, en perfecta sintonía con una base instrumental que la acompaña con distorsión cuando se desgarra y con melodías limpias cuando se suaviza. Puede parecer una mezcla compleja de llevar a cabo sin grandes contrastes, pero si alguien sabe hacerlo sin salir de su terreno, son Hamlet.
«Abandonáis» sigue un camino similar, juntando la intensidad desgarrada con una base musical considerablemente melódica. Sin embargo, cuando empiezas a adentrarte en la atmósfera de la canción, es cuando ya termina. En el caso de «Salvajes», se disfruta con más tiempo. Comienza melódica, muy personal dentro de su simpleza. Cuando llega el estribillo, la intensidad crece y la voz rompe cargada de fuerza.

«Vulgar» despide este intenso y variado álbum, cargado de sorpresas y detalles. Esta última canción no juega con la intriga, comienza dejando todas las cartas sobre la mesa. Cargada de pequeños elementos melódicos, cada instrumento aporta personalidad a un sonido en conjunto lleno de matices sin necesidad de excesivos cambios en comparación con otras canciones. Termina así un álbum con un sonido muy personal, donde cada detalle aporta una suma final cargada de sorpresas y un gran dinamismo en todo momento que te engancha hasta el final durante 40 minutos que recogen 30 años de experiencia.

Grupo:Hamlet

Discográfica:Maldito Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. Persiste, insiste, repite
  2. Tu Destino
  3. Eclipse
  4. El principio de un comienzo
  5. No sé decir adiós
  6. Libertad
  7. Cada día un día más
  8. Héroe
  9. Abandonáis
  10. Salvajes
  11. Vulgar

Año:2018-11-23

Votación de los lectores:5