Moebio: Geometría del alma

Segundo paso discográfico de los madrileños Moebio que tantas cosas buenas apuntaron en su disco debut. Siguen en la buena senda, atacando sonoridades a lo Skizoo o Söber bañadas en oscuridad si bien esta vez no cuentan con el factor sorpresa y hasta me atrevería que indagan en terrenos más accesibles. Disfrutan de la gran producción de Jorge Escobedo (Söber) consiguiendo un buen sonido para esta segunda entrega discográfica, aunque parezca que el nivel general haya quedado un poco falto de fuerza.

La verdad es que la unidad estilística y el concepto de las canciones pecan bastante de similar a pesar de cosechar unos buenos estribillos y un buen nivel general. Personalmente me quedaría con “Vuelve a mí”, un tema muy conseguido a medio tiempo y con guitarrazos efectivos y esos coros envolventes. Hay un aura hipnótica común denominador con cierta aura oscura y las letras, a pesar de la oscuridad musical de tinieblas nos hablan de salir adelante y de vivir sin miedo.

El cuarteto madrileño alcanza buenos momentos como en la inicial “Desierto” o “S.O.S.”, en la que endurecen algo más su propuesta aunque queda suavizada por los coros, todo un factor distintivo de la banda. Posiblemente “S.O.S.” posea el riff de guitarra del disco. Otro de los puntos fuertes del grupo es sin duda el terreno baladístico representado en el inicio de “Secreto” o “Rendición”. Terminan con “Signos” con Edith Salazar compartiendo protagonismo vocal junto a Héctor y con otro estribillo marca de la casa.

Buen paso adelante de Moebio aunque en más de una ocasión se les echa en falta algo más de fuerza o de variedad estilística. Posiblemente me quede con su primera obra, aunque supongo que habrá que achacarlo al factor sorpresa. El disco suena como imaginaba que sonaría, y eso nunca suele ser bueno. A pesar de que poco arriesguen gustará a sus seguidores y a los amantes del estilo.