Steve Hackett: Genesis Revisited II

Cuando STEVE HACKETT dio a conocer que iba a publicar la segunda parte de una obra revival de su época en GENESIS (la época dorada al fin y al cabo), a más de uno se le frunció el ceño. Y es normal. ¿Por qué ahora? ¿Por qué pasados dieciséis años de la primera parte? La primera respuesta posible parece tener sentido pese a ser la más morbosa y relacionada con el mundo rosa: todo apunta a que el mero propósito de este álbum era financiar la batalla legal contra su esposa. La segunda opción viable es simple pero no menos cierta (y la que al menos a mí me incumbe): porque es una cosa bonita de tener. GENESIS REVISITED es como esa enciclopedia en multitud de tomos que muchos tenemos en una estantería en casa: casi nunca la usas, pero hace bonito. Algo así pasa con este álbum. Este disco no es un álbum que escucharías asiduamente (algo que con los originales seguramente sí), sino como un simpático  recordatorio que adorna lo realmente importante. Las canciones son los mismos clásicos de siempre de GENESIS que todos adoramos y veneramos, pero musicalmente no aporta mucho más que algunos arreglos extra y el siempre divertido juego de ponerse un disco de colaboraciones y adivinar quién está cantando o tocando cada parte.

Como diferencia respecto a la primera parte de este tributo, se debe mencionar que esta edición es mucho más fiel a las interpretaciones originales y se aleja más de las libertades que el guitarrista se tomó allá por 1996. Dicho sea que este doble álbum no se compone exclusivamente de canciones publicadas en álbumes de GENESIS, sino también temas de STEVE HACKETT en solitario relacionados con la banda. Por ejemplo, “Please Don’t Touch” es una idea que la banda probó y acabó descartando en 1976, durante la grabación de “Wind & Wuthering”, “Shadow of the Hierophant” pese a ser un tema de Steve en solitario está co-compuesto por Mike Rutherford, “Camino Royale” está basada en un sueño que tuvo en el que GENESIS tocaban en una versión surrealista de Nueva Orleans… En cuanto a los clásicos que todos conocemos, destaca la participación de STEVEN WILSON en “Can-Utility and the Coastliners”, JOHN WETTON en “Afterglow”, el combo NEAL MORSE / ROINE STOLT en “The Return of the Giant Hogweed” y STEVE ROTHERY en “The Lamia”.  Pero ninguna de estas canciones se acerca a la genialidad de la combinación de participaciones en la magnánima suite “Supper’s Ready”, sin duda alguna una de las mejores canciones de más de veinte minutos (o la mejor) que haya dado el género progresivo en toda su historia. Desde el comienzo con la emotiva voz de MIKAEL AKERFELDT hasta su última parte con FRANCIS DUNNERY pasando por floridas partes re-adornadas con la guitarra de Steve y la genial participación a las voces de SIMON COLLINS (sí, el hijo de Phil, y de hecho se le parece bastante a la voz), este tema conforma sin duda alguna la joya fundamental de este obsequio para coleccionistas. El catálogo de personal es el principal aliciente de este lanzamiento, ya que si en algo este álbum ha conseguido superar a las obras de los 70 es que gracias al amplio abanico de voces y colaboradores (35 en total) consiguen representar con mucha mayor profundidad el carácter teatral de las canciones de la banda.

Por último, destacar que este álbum también funciona como una buena puerta de entrada al mundo del progresivo añejo de cara a todos aquellos fans de un prog más joven como OPETH, PORCUPINE TREE o NEAL MORSE, los cuales encontrarán a sus ídolos interpretando temas de una de las piedras angulares en la fundación del género allá por los setenta, y probablemente (ojalá), les lleve a adentrarse en las raíces de este tipo de música. Muchos son los que acusan a HACKETT de vivir en el pasado y de ser el único ex miembro de GENESIS que dedica tanto tiempo a su antigua obra. Quizá. O quizá sea el único que sigue enamorado de la grandeza de esos álbumes que a tantos cautivaron. La segunda parte de GENESIS REVISITED constituye, sin duda alguna, un bonito recordatorio con pequeños aderezos de cómo una de las mejores bandas de rock progresivo de la historia escribió su nombre en letras doradas.