Hay quien cree que tenemos la suerte de recibir todos los discos que salen
al mercado de mano de las distribuidoras o los sellos discográficos que desinteresadamente
nos mandan copias de los mismos. Generalmente suele ser así, pero en diversas
ocasiones, hay productos que salen a la venta sin haber pasado por nuestras
manos en so formato de copia promocional, ¿Porqué? Pues porqué dichos grupos
(y sus respectivos sellos), no poseen distribuidora alguna detrás que ponga
sus lanzamientos al alcance de los medios informativos y tiendas de este país.
Éste sería el caso de MANILLA ROAD cuya última obra maestra, y probablemente
la mejor de todas cuantas he escuchado, “Gates of Fire”, ha salido a la venta
sin haber recibido nosotros ningún tipo de copia promocional de ante mano. Quién
sabe, quizá Battle Cry Records posea distribución aquí en España a través de
alguna pequeña compañía. Sea como fuere, este “Gates of Fire” ha sido sin duda
una de las mejores adquisiciones que han pasado por mis manos en mucho tiempo
y por ello he decidido reseñarlo muy a pesar de no haber recibido nada.

MANILLA ROAD, aún siendo un grupo relativamente desconocido para el gran público,
es uno de los mayores baluartes que ha dado el Underground del Heavy Metal en
estos 25 años de historia. Siempre fieles a su causa, MANILLA ROAD han preferido
permanecer en un segundo plano de popularidad durante toda su carrera, apostando
siempre por pequeños sellos en detrimento de las potentes corporativas discográficas
tan capaces de subir a un grupo al estrellato como de hundirlo en la más vil
de las miserias. Así pues, durante gran parte de la década de los 80’s, MANILLA
ROAD forjaron su status de grupo de culto gracias al empeño y la insistencia
tanto de su líder de siempre Mark Shelton como del sello francés que lanzó gran
parte de su catálogo durante la década de los años 80, Black Dragon Records,
especialistas en dar oportunidades a grupos hoy en día considerados bastante
importantes en el devenir del género Heavy Metal más asociado al Underground
como CANDLEMASS, DARK ANGEL, SAVAGE GRACE, LIEGE LORD o HEIR APPARENT.

Tras permanecer durante toda la década de los 90’s en paradero desconocido
(por lo visto puso en marcha un proyecto de nombre THE CIRCUS MAXIMUS), Mark
Shelton resucita a sus MANILLA ROAD a principios del nuevo milenio lanzando
un disco de nombre “Atlantis Rising” bastante decente, a años luz por eso de
lo que había dado de sí la banda durante la década pasada y sobretodo, de lo
que quedaba por venir. El siguiente “Spiral Castle”, al igual que este nuevo
“Gates of Fire”, me parece de lo mejorcito que bajo el emblema de MANILLA ROAD
ha salido al mercado en estos 30 años de banda. Entre ambos lanzamientos, se
puso a la venta a través de Monster Records “The Mark of the Beast” más conocido
como “el disco perdido”, un trabajo grabado en el 81 que nunca gustó a la banda
y que no llegó a ser editado nunca.

3 años después del mencionado último trabajo de estudio de los MANILLA ROAD,
“Spiral Castle”, Mark Shelton y cía editan esta joya de nombre “Gates of Fire”,
un trabajo que dudo que decepcione a nadie, aunque esto cabría matizarlo. Si
nunca antes escuchaste el material de esta banda y el Underground Heavy de hace
un par de décadas te es indiferente, aléjate a toda prisa. Esto es Heavy Metal
puro y duro, anclado en los viejos patrones que regían la escena Underground
hace 20 años, con incursiones y devaneos por otros estilos asociados al género
como el US Metal, el Doom más clásico, el Power/Speed de antaño o incluso el
Epic Metal en su fase más embrionaria. Por momentos te vendrán a la mente los
pasajes más metálicos de los primeros VIRGIN STEELE por ejemplo, así como los
MANOWAR de sus primeros trabajos, los BATHORY más épicos,  la esencia oscura
de MERCYFUL FATE, BROCAS HELM o CIRITH UNGOL, la atmósfera épica y lugubre de
CANDLEMASS, DOOMSWORD o TROUBLE o los acelerones en forma de Power/Speed Metal
de gente como LIVING DEATH o EXCITER, aunque la omnipresente voz de Mark Shelton,
utilizando cada uno de sus múltiples registros (¿Son todos suyos en esta ocasión?)
da el toque final para que el producto solo pueda llevar una etiqueta; MANILLA
ROAD.

El estilo es primitivo, ¡Pero las formas no!, lo que quiere decir que el disco
está bastante bien grabado, los instrumentos correctamente afinados y la voz
de Mark perfectamente entonada y trabajada. Ya se sabe que bajo la etiqueta
de “Underground”, “True” o “Puro”, mucha gente intenta ocultar sus carencias
musicales y su ineptitud lanzando bodrios decididamente malos vistos y oídos
desde todas las perspectivas posibles.

“Gates of Fire” está compuesto por una triología cuyos capítulos, a la vez,
están dividos en 3 temas más cada uno. “Frost Giant’s Daughter” abre el disco
y es seguida por “Out of the Ashes” y “Gates of Fire”. La primera de todas ellas
se abre con la veloz “Riddle of Steel”, una pieza extensa de más de 7 minutos
con una intensidad apabullante y un estribillo que podría haber firmado sin
mucho problema el mismísimo King Diamond. “Behind the Veil” supone el contrapunto
a semejante ataque de Speed/Thrash con unas formas puramente acústicas, épicas
y cargadas de emotividad, donde Mark Shelton deja evidente la soltura que tiene
tanto en registros agudos como en registros medios. “Behind the Veil”, con sus
coros, sus voces dobladas y sus guitarras acústicas, te recordarán seguramente
a los interludios más pausados de los años vikingos de BATHORY. “When Giant’s
Fall” nos devuelve a los MANILLA ROAD más heavies, más similares a los de sus
primeros días, de nuevo, con un estribillo épico a la par que sencillo que engancha
a la primera y un punteado repleto de melodías pegadizas y emotividad presente
en cada una de sus notas.

La segunda trilogía se abre con la mejor pieza de todo el disco, “The Fall
of Illiam”, una joya de más de 10 minutos de duración que lo contiene absolutamente
todo. Los acordes acústicos insinuantes iniciales dan paso a uno de los riffs
más HEAVIES que he escuchado en siglos acompañados por unos alaridos semi guturales
fantasmagóricos que de nuevo recuerdan al King Diamond de antaño en sus primeros
años con MERCYFUL FATE. Dicha sucesión de acordes solo se ve entrecortada por
un pasaje relajado acústico donde Mark Shelton entona con su voz más tranquila
unas estrofas épicas magníficas. Tras un solo de esos que marcan época cobijado
entre un espeso mantos de melancólicas guitarras acústicas, “The fall of Illiam”
termina tirando del mismo riff que antes comenté pero esta vez acelerado hasta
rozar el Speed Metal más puro. “Imperious Rise” saca a relucir el lado más oscuro
de MANILLA ROAD, sin perder por eso esos aires épicos repletos de magnificentes
atmósferas plasmados decibélicamente sin necesidad de recurrir a grandes orquestaciones
sinfónicas; Únicamente con las melodías vocales de Mark Shelton y sus fastuosos
riffs de guitarra. “Rome” sigue básicamente los caminos trazados por “Imperious
Rise”, si te gustan los 2 primeros trabajos de CANDLEMASS, gozarás como un enano.
A mitad de tema Mark vuelve a entonar algunos fraseos que ya aparecían en “The
fall of Illiam” dándole uniformidad a esta segunda trilogía, poco antes de encaramar
otro de sus impresionantes solos épicos cargados de magia y emoción desbordada.

Finalmente, “Gates of Fire” se cierra con la última tripleta de canciones;
“Stand of the Spartans”, “Betrayal” y “Epitaph to the Kings”. La primera es
lenta, agónica, densa y maléfica, con una aureola envolvente y atmosférica repleta
de punteados y más punteados de guitarra que parecen no acabarse nunca dándole
a la pieza en cuestión una intensidad semi infinita. Como si de la misma pieza
se tratase, aparece “Betrayal”, con la misma oscuridad y encabezada por unos
coros omnipresentes espeluznantes fantásticos que una vez más acaban por desembocar
en un solo de guitarra indescriptible. “Gates of Fire” se cierra con otro de
los puntos más álgidos del disco, la acústica “Epitaph of the Kings”, una auténtica
maravilla donde MANILLA ROAD desplegan todo su arsenal más épico y emotivo.
Acompañando a unos acordes arpegiados, Mark desarrolla todo su arte y potencial
a la hora de crear solos de guitarra y melodías de voz espeluznantes de una
belleza y meláncolia sin par. Tras desarrollarse el tema en unas coordenadas
bastante tranquilas, el tema va creciendo en intensidad hasta llegar a su clímax
de nuevo con uno de esos solos capaces de erizarte todo el bello del cuerpo.

Lo que más me ha sorprendido de este “Gates of Fire”, y eso es algo que no
suele darse  mucho en este tipo de productos, es la efectividad y lo pegadizas
que resultan todas las canciones. Aún recuerdo cómo ya empezaba a tararear muchas
de las piezas de este disco tras un par de escuchas, algo que los que sean músicos,
sabrán de sobras lo complicado que resulta. A la impresionante contribución
del líder del grupo, Mark Shelton, hay que añadirle el fabuloso trabajo a la
batería de Cory Christner quién a pesar de estar en una banda donde la técnica
no es primordial, realiza un ejercicio de baquetas excelente y soverbio sin
parar quieto ni anclado en los 4 mismos patrones en ningún momento, llenando
todo el espacio sonoro que se le suele dedicar a la batería con malabarismos
y redobles de timbalas constantes que llenan de matices aún más si cabe la música
de este nuevo trabajo de los MANILLA ROAD.  

Dicen que el 13 da mala suerte, y este es el disco de estudio número 13 para
MANILLA ROAD así que mientras los posibles “infortunios” se parezcan, aunque
sea remotamente, a este “Gates of Fire”, ¡Bienvenidos sean!. Sin duda, otro
de los discos del año a nivel particular.

Javi Metal

Grupo:Manilla Road

Discográfica:Battlecry Records

Puntuación:9.2

Canciones:

    1. Riddle of Steel
    2. Behind the Veil
    3. When Giants Fall
    4. The Fall of Illiam
    5. Imperious Rise
    6. Rome
    7. Stand of the Spartans
    8. Betrayal
    9. Epitaph to the King

Año:2005

Votación de los lectores:9