Axel Rudi Pell: Game of Sins

Temas mucho más inspirados a pesar de mantener el estilo y la producción de siempre. No busques nada nuevo y sí otra buena ración del plato estrella de la casa, que está vez sube a menú degustación.

Todos sabemos que Axel Rudi Pell es poco amigo de experimentos, que tiene su fórmula y que la va a reexplotar hasta la saciedad. Evidentemente no vas a encontrar nada nuevo en “Game of Sins”, es el mismo disco de siempre, pero… mucho más inspirado. Debo reconocer que estamos ante una de las mejores obras del rubio guitarrista teutón tras varios discos algo insulsos en los que salvábamos el single de turno. Sigue el mismo personal a sueldo aunque se cambió a Mike Terrana por Bobby Rondinelli y las consecuencias son casi imperceptibles. Si has seguido la carrera del divo alemán vas a disfrutar de lo lindo con esta obra de hard melódico en la que Johnny Gioeli vuelve a demostrar que es uno de los mejores cantantes del estilo.

El punto más novedoso viene de la mano de la intro con un curioso acordeón en un ambiente de feria decadente. En “Fire” encontrarás ese single perfecto que esperas. Todo el feeling y la calidad de antaño más la fuerte influencia Rainbow de siempre. Riff, estribillo de manual y una sirena de bomberos antes del solo. Sigue el buen momento en la clásica “Sons in the Night”, instalada en el medio tiempo con un Gioeli de película y con ese toque mágico de Ferdy Doernberg a las teclas realzando y embelleciendo. En “Game of Sins” encontramos la típica canción extensa, de entrada atmosférica y crescendo. Suavidad y feeling que atrapan y convencen. El listón no baja en el trabajado estribillo de “Falling Star”, que seguro estará presente en sus próximos directos. Mientras que “Lost in Love” se acerca a la balada, un terreno en el que la banda siempre se ha desenvuelto a la perfección.

Producción tan pulcra como reluciente para mantener las buenas vibraciones en “The King of Fools”. “Breaking the Rules” y “Til the World Says Goodbye” (gran final con voces dobladas) empiezan a adolecer de repetición de esquemas, pero innegablemente funcionan. “Forever Free” mantiene el nivel atesorado a lo largo del disco pero sigue pecando de típica. Las versiones siempre ha sido algo muy presente en la carrera de Rudi Pell, y esta vez toca Jimi Hendrix y la portentosa “All along the Watchtower”. Gran trabajo pues la traslada a su terreno con grandes resultados en este tema extra disponible para el digipack.

Rudi Pell vuelve a elevar el listón, especialmente respecto a “Circle of the Oath” y a “Into the Storm”. Temas mucho más inspirados a pesar de mantener el estilo y la producción de siempre. No busques nada nuevo y sí otra buena ración del plato estrella de la casa, que está vez sube a menú degustación. Permanecerá siempre inalterable y fiel al estilo, pero si te gustó en los 90, va a seguir haciéndolo con este disco capaz de elevar el listón de calidad. Mientras esperaremos que algún festival veraniego lo confirme, pues evidentemente va a ser difícil que la gira recale por estos lares…