Año nuevo, disco de Helloween nuevo. Bueno, no exactamente, pero la frase viene a resumir la rapidez con la que Helloween han ido editando discos desde que arrancó el nuevo milenio. En los últimos siete años, han facturado cuatro discos de estudio, uno en directo y un DVD, además de realizar incontables giras por todo el mundo, apariciones en festivales y todo tipo de actividades. Y aun así, han sabido mantener el nivel de una manera más o menos correcta. Si bien “Rabbit Don’t Come Easy” sería el punto flojo de la década, tanto “The Dark Ride” – por muy odiado que sea- como “The Legacy” y ahora “Gambling With The Devil” son discos más que aptos en el caso de una banda cuyo momento de máxima genialidad y frescura pasó hace como once años. Si, con “The Time Of The Oath”, para muchos el último gran disco de Helloween. Pero no hay que ser tan crueles. Simplemente, los Helloween de entonces no son los mismos que los Helloween de ahora, y hay que saber entender esa parte de la historia.

“Gambling With The Devil” sigue, muy claramente, la estela sónica de “The Legacy” en cuanto a barroquismo musical, melodías, tratamiento vocal y demás. Si bien “Rabbit Don’t Come Easy” era un disco más instantaneo y crudo, “The Legacy” era una obra superproducida para la que, no obstante, la banda se tiró tres meses grabando en el estudio. Ahora, con “Gambling With the Devil”, la propia banda ha admitido que no ha pasado tal cantidad de tiempo en el estudio, aunque el resultado es igual de elaborado.

El disco arranca con la intro “Crack The Riddle”, donde Biff Byford de SAXON presta su voz como narrador, enlanzando ésta con “Kill It”, un trallazo de calidad que deberá sonar en futuros directos para afianzarse en el cerebro de los fans. Se nota, de todos modos, que Andi Deris no tiene planeado cantarla en directo, porque la tesitura en la que canta a lo largo de buena parte de la canción es realmente imposible en el contexto de un concierto en vivo. No niego que Andi sea un vocalista habilidoso, sino que quienes hemos visto sus actuaciones en directo sabemos que le costará mucho llegar a semejantes tonos. En cualquier caso, es una gran apertura para el disco.

El pasado se apodera del sonido de Helloween con “The Saints”, un tema rápido con muchos y muy buenos punteos por parte de Michael Weikath y Sascha Gerstner, quienes terminan dando a luz una de esas melodías de guitarra positivistas que son tan típicas de las canciones de la banda. Deris canta en su tono habitual en éste tema, respirad tranquilos. Para los freaks que busquen similitudes por todos sitios, el puente antes del estribillo, le tiene cierto aire al de “Eagle Fly Free”, y el estribillo del tema no es nada despreciable como futuro himno. Algo más comercial y pegadiza es “As Long As I Fall”, tema para el que la banda ya ha grabado un video y que posee un piano delicado pero constante que sirve para darle más versatilidad instrumental a la canción.

“Paint a New world” es otro tema dentro del estilo típico de Helloween, donde la velocidad, las melodías y la contundencia se mezclan a partes iguales. Para la sexta pista, la banda vuelve a recurrir a teclados facilones que diluyen “Final Fortune” hasta hacerla más accesible y convertirla en uno de los mejores temas del disco, otro que a buen seguro sonará en los directos.

“Gambling With The Devil” sigue adelante con la trilogía que forman los temas “The Bells Of The 7 Hells”, “Fallen To Pieces” e “I.M.E”. El primero es algo más atípico, de toques power, pero con partes bastante heavies y retazos progresivos en algunos momentos; el segundo es más sinfónico y algo insufrible si nos ponemos sinceros; el tercero es malévolo y poderoso, con un riff aplastante y una simpleza que tira de espaldas. En las tres Andi Deris se emplea a fondo, aunque la verdadera estrella es el batería Dani Loble, quien pone técnica y pegada allí donde es necesario.

Volviendo a los Helloween de antaño, encontramos “Can Do It”, otro de esos temas al estilo “Power”, “Future world” y “I Can”, aunque quizá este es demasiado positivo incluso para Helloween. En cualquier momento, da la impresión, pueden comenzar a llover manzanas azucaradas del cielo y ositos de peluche con olor a fresa. Eso sí, como single sería una gran elección.

Para finalizar, el disco ofrece “Dreambound”, un corte también en la onda de los clásicos Helloween con una gran coordinación en la labor de Weikath y Gerstner, y finalmente “Heaven Tells no Lies”, otra gran pieza de melodías abundantes, con multiples cambios de ritmo y fases algo más progresivas en ciertos segmentos de la canción.

En líneas generales, es un disco sorpresivo. A éstas alturas, uno no se espera un disco de Helloween que se deje escuchar con tanta facilidad, especialmente tras la complejidad de muchos temas de “The Legacy” – no obstante era un disco conceptual- , pero la banda alemana sigue sabiendo que es lo que más exigen sus fans, y eso son tres conceptos que han aparecido escritos muchas veces en ésta crítica: velocidad, melodía y contundencia. Y ese es el sello de Helloween.

Sergi Ramos

Grupo:Helloween

Discográfica:SPV / Mastertrax

Puntuación:8.2

Canciones:

  1. Crack The Riddle
  2. Kill It
  3. The Saints
  4. As Long As I Fall
  5. Paint a New World
  6. Final Fortune
  7. The Bells Of The 7 Hells
  8. Fallen To Pieces
  9. I.M.E
  10. Can Do It
  11. Dreambound
  12. Heaven Tells No Lies

Año:2007