Transfer: Future Selves

Ve la luz en Europa el disco de Transfer de 2009, “Future Selves”. A pesar de llevar ya dos años largos en el Nuevo Continente aquí Transfer no son todavía excesivamente conocidos, pero puede que la cosa cambie. No es heavy metal, ni mucho menos, de hecho están más cercanos a U2, Band of Horses, Radiohead o a 30 Seconds to Mars, pero es innegable que este grupo tiene mucho que decir en la escena mundial. Quizá poco nos toque a nosotros, más devotos de otros estilos, pero ya que ha llegado el disco, bien merece una reseña.

Transfer juegan a lo grande, con una producción espectacular y con mucha imaginación a la hora de componer. Posiblemente están en potra liga, esa de premios MTV y chorradas masivas, pero merecen entrar de lleno. Los ecos a Beatles asoman en “Take your Medicine” con esas instrumentaciones excesivas de cuerda combinadas con teclados y efectos modernos. Las líneas vocales están muy conseguidas y sólo hay que darle una escucha a “Losing Composture” para tener claro que la cosa promete.

Las melodías pop crean atmósferas muy bellas y hasta son capces de indagar en los terrenos de Pink Floyd como en “My Suspicious” o en “Wake to Sleep”. En “Like It Used to Be” o “The Possum” las conexiones con Killers o Franz Ferdinand son más que obvias, pero el caso es que cumplemn con creces y frecen buen material. La psicodelia y el rock de los 70 es otra de sus grandes influencias, muy evidente en la mayoría de cortes. Preciosa es “Get Some Rest”, muy a lo crooner de los 50 o deudora de esos experimentos extraños de Faith No More. La verdad es que Matthew Molarius, guitarra y voz, es un cantante excepcional. Esta edición europea incluye un interesante tema extra: “White Horses”.

Gran disco, a pesar de que repito, nada tiene que ver con el heavy y menos con el rock duro. Es bueno ver que hay bandas con un potencial tan enorme que pueden llegar al público masivo sin ofrecer más de lo mismo o ser producto para adolescentes. Poseen parte de la originalidad de Muse y la combinan con los Killers y Pink Floyd, así que hasta cierto punto, suenan bastante diferentes a todo. Veremos cuando tarda el gran público a concocerlos y si caen bajo la rueda dentada e implacable del mainstream.