Hablar de LABYRINTH en la actualidad no es lo mismo que hablar de aquella banda
que arrasó el Rock Machina del año 2000, cuando Rob Tyrant, arrodillado en el
suelo hacía los agudos más imposibles que un servidor había visto en su vida
(si nos olvidamos del maldito Jim Gillette de NITRO). Desde entonces, muchas
cosas han cambiado en la banda. Por un lado, la ola de metal italiano ya se
esfumó hace tiempo y ahora apenas RHAPSODY y LACUNA COIL secundan en cuanto
a nacionalidad a estos reformados LABYRINTH.

Desde que Olaf Thorsen saliera del seno de la banda ahora hace unos tres años
para dedicarse por entero a VISION DIVINE, LABYRINTH han pedido un pequeño porcentaje
de la grandeza que hubo tras discos como “No Limits” o “Sons Of Thunder”. El
cambio estilístico que ha llevado a cabo la banda ha sido notable, y han querido
desmarcarse mucho del repetitivo power metal al que tenían acostumbrados a la
mayoría de sus seguidores. No obstante, el moribundo estilo que algunos llegamos
a odiar tanto en su mayor auge, cuando bandas como SIGMA poblaban mi lista de
discos por escuchar, aun muestra algun ápice de supervivencia en la música de
los italianos. Pero por suerte, se trata de momentos que se pueden contar con
los dedos de una mano.

“Freeman” es variado y, salvando las distancias podríamos considerarlo una
espécie de “Black Album” de LABYRINTH. Hay momentos insólitos, como el primer
tema “L.Y.A.H.F”, el cual se desmarca un poco del estilo habitual de la banda,
e incluye hasta algunas estructuras rítmicas semi-progresivas. Geams de comienzo
acústico como “Deserter” dejan bien claro el gusto por la buena melodía que
LABYRINTH siempre han tenido, mientras que hay contrapuntos como “Dive In Open
Waters”, cuyo riff parece sacado de cualquier disco de IN FLAMES. ¿Suena apetitoso?
Añadidle la voz excepcional de Tyrant y el trabajo de guitarra conseguido por
Andrea Cantarelli y Pier Gonella y os daréis cuenta de que “Freeman” es uno
de los mejores discos editados por la banda italiana hasta el momento.

El tema título, “Freeman”, vuelve a los ritmos semi-progresivos con teclados
experimentales aunque la interpretación vocal de Tyrant es algo menos inspirada
de lo habitual. El single más claro del disco es “M3”, uno de los temas más
descaradamente “amigables” de todos cuantos han grabado LABYRINTH en su historia.
Las lineas de voz de Tyrant parecen compuestas por el Glenn Hughes más meloso,
si nos olvidamos de la diferencia en el tono de voz.

Si proseguimos, nos encontraremos con una inquietante “Malcolm Grey”, medio
tiempo de cadencia notable, “Nothing New” como recuerdo a los antiguos LABYRINTH
de tiempos pasados, un “Infidels” de relleno y con riff menos inspirado de lo
que nos tiene acostumbrados esta gente, y para finalizar “Meanings”, otro de
los grandes temas de “Freeman”, con teclado adictivo y una instrumentación que
poco o nada tiene que ver con los LABYRINTH más típicos que todos tenemos en
mente al leer el nombre de la banda.

Quizá se hayan alejado de la fórmula que les hizo destacar en Europa hace cinco
años, pero no nos engañemos: si LABYRINTH hubieran seguido exprimiendo la gallina
de los huevos de acero, estarían enterrados, muy enterrados.

Sergi Ramos

Grupo:Labyrinth

Discográfica:Arise / Mastertrax

Puntuación:7.9

Canciones:

    1. L.Y.A.F.H.
    2. Deserter
    3. Dive In Open Waters
    4. Freeman
    5. M3
    6. Face and Pay
    7. Malcolm Grey
    8. Nothing New
    9. Infidels
    10. Meanings

Año:2005

Votación de los lectores:7.45455