Work Of Art: Framework

Y es que si hay algo que los hace diferente, es ese arte de hacer grandes canciones cocinadas a fuego lento. Dedicación y elegancia que logran dejan patente en cada puente, estrofa y estribillo.

Con su debut homónimo, WORK OF ART consiguieron lo que podríamos llamar amor a primera vista. Del gran montante de bandas de hard rock-AOR del planeta, este trío destilaba una frescura y una sensibilidad melódica que relucía en cada canción, y esas bondades no tardaron en poner su nombre en boca de todos. Lars Säfsund, Robert Säll y Herman Furin continuaron con esa senda abierta en su segundo trabajo “In Progress”, con el que ya aumentaron el reconocimiento que arrastraban tras su estreno en la escena. Y ahora, con el prudente tiempo de confeccionar otro gran listado de temas, nos entregan su tercera obra, “Framework”, muy esperada por la comunidad de los sonidos edulcorantes.

Desde sus inicios, se nota que los suecos componen todas sus canciones con esmero y mimo, y no dejan nada al azar. Que en seis años hayan publicado tres trabajos, si prisas, pero sin pausa, nos da una idea de la forma tan metódica de darle forma, color y olor a cada composición. Y por supuesto, un sonido único. Desde el arranque con la enorme “Time To Let Go” nos encandilan. Esa magia a la hora de crear melodías directas la mantienen intacta, y con “How Will I Know?” y “Shout ‘Till You Wake Up”, solo hacen corroborar en los primeros minutos de este álbum, que no les pesa el gran legado (aunque corto) que ya han creado.

Puede que los más exigentes echen en falta algo más de riesgo compositivo, o esa pizca de evolución y progreso que ya mostraron de su primer a su segundo trabajo de forma notable, porque es justo señalar que temas como “Can’t Let Go”, “Over The Line” o “Natalie”, son repeticiones de esquemas ya servidos con anterioridad. Pero ¿quién se puede quejar al escuchar canciones que se disfrutan hasta la saciedad tras decenas de escuchas? Es normal que, como cualquier banda de este estilo, el efecto sorpresa se vaya diluyendo al mismo ritmo que su producción musical. Aun así, es inevitable rendirse al buen gusto del que puede alardear WORK OF ART en cada corte, haciéndonos disfrutar de enormes canciones como “How Do You Sleep At Night?” – de las mejores y más pegadizas del listado junto a “The Machine” – o “Hold On To Love”, en la que si giran un poco la tuerca y regalan algo más distinto sónicamente.

Este nuevo disco supone otro paso importante para una formación que, en un mundo musicalmente justo, debería tener más reconocimiento. De momento, ya se han abonado a un par de festivales europeos de gran tradición por méritos propios. Y es que si hay algo que los hace diferente, es ese arte de hacer grandes canciones cocinadas a fuego lento. Dedicación y elegancia que logran dejan patente en cada puente, estrofa y estribillo.