Sandalinas: Fly to the Sun

Agridulce sabor el de este disco que no hace más que confirmar que para grabar algo decente en este país o vendes a nivel de discos de platino o te vas a hacer las Américas o a buscarte la vida por Europa. Pero no nos engañemos cuando hablo de decente, pues no es este el calificativo que merece la obra de este guitarrista catalán; lo que tenemos entre manos es un discazo, así de claro. Ojalá todo el material de estas tierras llegara a este nivel, de verdad…

Ya “Fly to the Sun” es toda una maravilla, potente, melódica, con punch y nos avanza que los 12 cortes que componen esta nueva obra, ya no es que estén a la altura de producción o al mismo nivel instrumental que lo que nos llega de más allá de los Pirineos, sino que supera en bastante a la mayoría de trabajos que suelen llegar a esta redacción sean de donde sean. El equilibrio entre estribillos, lucimientos dactilares del protagonista y composiciones es más que notable.  Rick Altzi (At Vance) a las voces de verdad que borda su cometido, al igual que el resto de “foráneos” que escudan perfectamente a Sandalinas. Si “Fly to the Sun” va ser un futuro himno para la banda, no le queda lejos el resto de material. El estribillo de “No Matter What” brilla por si mismo, con una parrafada en castellano a modo de guiño a su tierra. Destaca también la brillante “Double Cross” y la genial “Never Seen Before”, grandes composiciones, muy equilibradas y encuadradas dentro de un hard melódico muy elegante.

Preciosa y con coros ha quedado “Ring of Fire” (nada que ver con la de Johnny Cash) pero servidor destacaría en sobremanera ese medio tiempo titulado “Shadows in the Rain”, delicadeza, melodía, sentimiento en el solo de Sandalinas y una base en acústicas que queda de fábula. Siguiendo en los medios tiempos en “The Healer Talks” el estilo me ha recordado un poco a alguna composición de Zucchero a pesar de que el crescendo nos devuelve a un hard rock de alto octanaje con un Altzi excelente y otro gran solo de Jordi. Demostrando que es capaz de desenvolverse en todos los terrenos con magníficos resultados. 

Personalmente odio el hecho de vender un disco a base de colaboraciones, como en este caso las de Chris Caffery (Savatage), Derek Sherinian (Dream Theater) o Andy LaRocque (King Diamond y también produce excelentemente el disco) o por la portada de Derek Riggs (Iron Maiden entre muchos otros). Es como vender un coche destacando el elevalunas eléctrico o la dirección asistida; son detalles que están bien pero un disco como este debería funcionar sin todos estos aditivos. ¡Como olvidar la fiebre de hace unos años de masterizar en los Finnvox studios! En fin… cada uno es libre de intentar vender como quiera y pueda su disco…

La pregunta maquiavélica que hay que hacernos es: ¿nos hubiese impresionado tanto este disco si lo hubiese grabado una banda centroeuropea y no un chico de nuestra tierra? Mmmm… puede, pero os aseguro que personalmente hubieran estado igual de bien valorados. Sandalinas lucha por hacerse un hueco dentro de una escena ingrata, difícil y más si tu pedigrí proviene de un país que desde Barón Rojo no exporta nada a tierras europeas. Va a ser sin duda uno de los discos nacionales del año, lo que no queda tan claro es si en el resto de Europa va a obtener la repercusión que merecería. Felicidades.