Towers Of London: Fizzy Pop

La controvertida banda británica vuelve al panorama con un segundo disco que, lejos de reforzar la imagen dada en su primer larga duración (Blood, sweat and towers), se plantea como un cambio de dirección notable. Esta controversia viene dada por la confusa actitud punk de, por ejemplo, Donny Tourette, que ha sido calificado más veces de niño bonito del punk que de enemigo público, y al que se le atribuye más pose que otra cosa. En cualquier caso, la música al final habla por todo lo demás.

El problema es cuando la música, realmente, no tiene tanto que decir. Si de Blood, sweat and towers sacábamos en limpio unos cuantos ritmos desenfrenados, melodías fáciles y cercanía a los grupos punk más mainstream de todos, en Fizzy Pop el giro es hacia el pop, como bien dice el título, y ahí ya las referencias se pierden en un mar de melodías más sencillas, más orientadas a un directo-karaoke y, sin embargo, no por ello menos válido.

En Fizzy Pop presenta al oyente una propuesta que tira al pop rock y que a veces tiene ramalazos del punk sencillo y conformista de su entrega anterior. Aunque le falte garra al sonido no pierde en gancho, porque hay temas pegadizos y con potencial para triunfar en las radiofórmulas, aunque no en salas repletas de gente queriendo algo más de movimiento. Temas como Time is running out o Avaline son buenos exponentes de esto y de lo más sobresaliente del disco.

Seguramente sea un disco que decepcione a muchos de los que vieron en ellos una reencarnación de Sex Pistols cruzados con Guns n Roses (nada más lejos de la realidad, claro), y a aquellos que no los conocieran de antes podrá significar un buen punto de partida para adentrarse en su trabajo anterior a posteriori. No descubren América, pero aguantan el tipo con un disco movido y con temas pegadizos.