Killus: Feel the Monster

He aquí la prueba de que en nuestro país también hay espacio para el metal industrial con bandas de calidad. Son ya más de diez años de carrera de los que contemplan a KILLUS, y su cuarta obra es la confirmación de todo lo bueno que nos habían ofrecido en sus tres trabajos anteriores.

Hay varias leyendas urbanas sobre este estilo, y no todas son ciertas. Para empezar, que se trata de un estilo simplón y machacón; aquí podemos encontrar composiciones que no pecan de caer en lo fácil. También se dice que no se puede llevar a estudio la energía de la que hacen gala en directo (a los grandes del género, en sus mejores tiempos, me remito), pero no es del todo así: es en concierto donde se despliega por completo el potencial. Que se lo digan a MARILYN MANSON hace quince años, cuya puesta en escena era clave (y a día de hoy, una de sus principales deficiencias). Tanto por unos como por otros, siempre que me encuentro con un grupo así me vienen a la cabeza los desaparecidos (y desconocidos) GORE’S ROMANCE; si había una banda que tomaba por aquí el testigo de MARILYN MANSON hace más de una década, eran ellos. Era otra época, y sin la repercusión mediática actual, era complicado destacar.

La intro ‘We’re alone in this world’ nos pone en aviso sobre lo que se nos avecina en el tema título, toda una descarga de energía donde la distorsión y los arreglos de fondo apuntan maneras. Dos detalles: no están reñidos los solos de guitarra con lo industrial (punto a favor para ellos), y por momentos, recuerda al Manson más agresivo de la segunda mitad de los 90. Esa parte industrial y electrónica está más presente tanto en ‘Bastards’ como en ‘I Can’t Feel It’; en la primera, con las colaboraciones de Mechanical Ash de STATIC X y Davey Suicide, y la segunda, con una atmósfera mucho más oscura y por momentos agónica. Buena parte de culpa de esa sensación la tiene el registro de Supersixx, que se convierte en protagonista en buena parte de ‘Feel the Monster’, amenazante en ‘Forever and Ever’. Otras influencias palpables son las de MINISTRY y WHITE/ROB ZOMBIE, que se aprecian en la acelerada ‘Crush Our Minds’. Tras ella, pasan un rato en composiciones bastante semejantes entre sí. ‘Fuck’n’Roll’, ‘The night of the knife’ y ‘The darkness of the crypt’ suenan más lentos y mucho más pesadas, pero igual de directas que todas las anteriores. En una enérgica ‘Holy Bible’ vuelven a tomar importancia las programaciones, aumentándolas en la inquietante ‘I’m Dead Tonight’, el tema que más se desmarca de los demás junto a ‘Satanic Verse’, decadente y oscura, de nuevo recordando a épocas doradas del reverendo. Hablando de él, a modo bonus han incluido la versión (bastante fiel a la original, con cambios en los arreglos) que hicieron de ‘Get Your Gunn’ para el recopilatorio/tributo ‘Sampled and Souless’.