The Classic Struggle: Feel Like Hell

The Classic Struggle, the classic problem. Uno no se cansa de ver pasar ante sus manos discos como éste, de grupos primerizos que intentan abrirse un hueco en el difícil panorama del metal. Grupos que, cargados seguramente de ilusión y de buenas ideas, dejan buena parte de su tiempo y de sus ilusiones en sacar un disco de debut, como en este caso. Y solamente por haber conseguido un contrato discográfico ya merecen felicitación y respeto, pero mucho me temo que TCS va a ser uno de esos grupos que se queden pronto en el olvido, en cuanto pase el interés por el tipo de música que practican. El motivo es bien sencillo: lo que hacen está repetido hasta la saciedad por CIENTOS de grupos alrededor de TODO EL PLANETA, sin aportar absolutamente nada.

Hardcore-thrash americanizado, doble bombo-ametralladora, las melodías y los riffs típicamente tópicos… Y por si fuera poco, canciones que se hacen muy parecidas entre sí. Si no prestas un poco de atención a la escucha a lo mejor ni te das cuenta de cuándo empieza una canción y termina otra. No podía ser de otra forma, porque con tanto cambio de ritmo arbitrario uno ya no sabe por dónde va la canción o el disco. Una cosa es hacer una canción variada, con altibajos rítmicos y estructuras originales, para darle un toque especial al tema, y otra muy distinta es colar 10 riffs y 6 cambios de ritmo en menos de 4 minutos, y así durante los 12 temas del CD. Se nota que estos chicos tienen ganas, quieren tocar más agresivo y más rápido que nadie, pero… al querer ser tan sumamente intrépidos acaban aburriendo, por no saber dosificar la caña burra.

Si hubiera que destacar un corte del disco, ése es “From these eyes”, sobre todo por el parón en mitad de la canción (el único momento tranquilo de todo el disco) y el riff del estribillo, fácil pero resultón. Del resto del disco se podrían destacar momentos puntuales, algunos riffs, pero ninguna canción en concreto. “Amen to artillery” tiene una melodía al comienzo que puede recordar algo a SLAYER, y el acelerón que da la primera canción, “Death March”, también es destacable. No obstante, me remito a lo dicho. A uno le queda la impresión de que los riffs están puestos en modo copy-paste, lo mismo habrían quedado bien en una canción que en otra.

La producción del disco es correcta y la habitual en estos casos, es decir, no espectacular pero sí eficiente. El doble bombo es lo que más destaca de todo el sonido y la caja de la batería está un poco apagada para mi gusto, pero eso entra ya en las apreciaciones personales. Eso en lo que respecta al disco, luego en directo habrá que ver cómo se las gasta el quinteto, porque seguro que sobre las tablas su propuesta resulta más directa y menos monótona. El grupo se formó a mediados de 2002, y desde entonces han compartido escenario con bandas como EVERY TIME I DIE, SOILENT GREEN, MALEVOLENT CREATION o LAMB OF GOD, a las que imitan claramente y de las que deberían alejarse si quieren conseguir algo aparte de seguir su estela. De lo contrario muy pocos los recordarán cuando las discográficas dejen de apostar por el hardcore-metal que se lleva ahora. Pero claro, es sólo una opinión…