Los británicos Feed The Rhino estrenan su cuarto álbum llamado 'The Silence'. Es el resultado de 10 años de carrera en la que no han parado de tratar de superarse a sí mismos.

Cabalgando entre varios estilos característicos de épocas distintas, nos llevan de paseo desde el metal más gamberro de los 90 hasta el más alternativo de nuestros días. Suman unas melodías instrumentales con mucha presencia a una voz con una personalidad muy latente, que varía desde lo melódico hasta screamings desgarradores.

Feed The Rhino: una banda en constante evolución

La banda de hardcore/metal está formada por Lee Tobin a la voz, James y Sam Colley a las guitarras, Oz Graggs al bajo y Chris Kybert a la batería. Llevan juntos desde la formación de la banda hace una década. Sin embargo, la etiqueta hardcore/metal puede ser algo imprecisa. Se podría decir que los británicos mezclan elementos del groove con sonidos metaleros de los 90 y los 2000, sumado a sutiles influencias del rock clásico.

Feed The Rhino es una de esas bandas difíciles de clasificar debido a la personalidad que transmiten por el gran número de influencias en su sonido. Curiosamente, la banda ha visitado nuestro país hace sólo unas semanas con su último disco recién salido al mercado. Feed The Rhino afirman contar con un show en directo alucinante, algo que han podido comprobar sus fans españoles. Más concretamente, en Barcelona, Madrid y Bilbao a principios del pasado mayo.

Tras los bien recibidos ‘Mr Red Eye’ (2009), ‘The Burning Sons’ (2012) y ‘The Sorrow And The Sound’ (2014), llega ‘The Silence’ (2018). Con respecto a este último álbum, no podrían estar más orgullosos. Lo muestran como el resultado de su evolución a lo largo de su carrera. No se conforman con estancarse y ha sido así desde el primer día. Cada álbum debe ser ir un paso más allá y superar las expectativas. Comprobemos hasta donde llega el poderío de ‘The Silence’ de la mano de Olga Vidal.

Adentrándonos en Feed The Rhino – ‘The Silence’: nostalgia y actualidad Con fuerza y una combinación de factores sonoros que da un resultado único, comienza ‘The Silence’ con la canción «Timewave Zero». Jugando con voces melódicas y algo de screaming (tirando, tal vez, más hacia un estilo de voz rasgada), y unas combinaciones rítmicas bastante cañeras, mezclan un estilo más nostálgico con la tralla más moderna.

Con «Heedless» repiten fórmula con unos juegos guitarreros muy noventeros que quedan estupendamente con la voz, que parece que rapea por momentos, mientras en otros suena melancólica y desgarrada.

Continúan con la balada rockera «Losing Ground», con un tempo lento y melodías de guitarra relajadas que cogen más presencia en el estribillo, con un sonido pesado que aporta aún mayor profundidad a la canción. «68» viene con fuerza, con cambios rítmicos que mantienen un ambiente cañero toda la canción.

«All Work And No Play Makes Jack A Dull Boy» recupera el estilo rap metal noventero que utilizaron anteriormente en «Heedless», pero de forma más presente. Sin embargo, en este caso tampoco se quedan sólo con un estilo en la canción, ya que también juega con melodías más veloces por momentos características de un estilo de metal más alternativo y actual.

Continúan las sorpresas a través de ‘The Silence’ (Feed The Rhino)

A estas alturas del álbum ya difícilmente sabes lo que te vas a encontrar en cuanto al estilo. Pero no por eso deja de sorprender canción a canción. Con «Yellow And Green» repiten un juego rítmico con subidas y bajadas de fuerza en una canción muy intensa de principio a fin.

«Nerve Of A Sinister Killer» suena más moderna, con una voz y una instrumental potentes y cañeros. Simple, pero pegadiza y efectiva. «Fences» también cuenta con melodías más actuales, pero con una ténica algo más elaborada, dando como resultado una canción más significativa, caracterizada por contar con uno de esos estribillos melódicos que a esta banda se le dan tan bien.

«The Silence», la canción que da nombre al álbum, comienza en formato acústico con cierto misticismo y oscuridad. Tras esa introducción, vuelve la tralla, jugando por momentos de nuevo con las melodías acústicas. Tanto esta canción como la anterior son, tal vez, las más auténticas y especiales del álbum (no necesariamente las más complejas, pero sí las que más transmiten).

Llegando casi al final encontramos «Lost In Proximity», que repite la tónica de algunas de las canciones anteriores con un estribillo más melódico y estrofas cañeras con screaming y riffs guitarreros. Termina un álbum bastante especial con la canción «Featherweight», con aires hardcoretas y metaleros y coros pegadizos, un final potente para un gran disco. Sin duda Feed The Rhino tienen mucho que ofrecer y, si es cierto que aumentan cada vez más el nivel, pronto tendremos un grupo imprescindible entre manos.

Grupo:Feed The Rhino

Discográfica:Century Media

Puntuación:8

Canciones:

  1. Timewave Zero
  2. Heedless
  3. Losing Ground
  4. 68
  5. All Work And No Play Makes Jack A Dull Boy
  6. Yellow And Green
  7. Nerve Of A Sinister Killer
  8. Fences
  9. The Silence
  10. Lost In Proximity
  11. Featherweight

Año:2018-02-16

Votación de los lectores:5