Insania: FANTASY A NEW DIMENSION

Tras tres intentonas discográficas, la banda sueca afincada en Estocolmo no
ha conseguido desprenderse de la dichosa etiqueta de powerclon. Este último
trabajo tampoco les ayudará demasiado por mucho que haya sido producido por
Mikko Karmila y se haya masterizado en los Finnvox studios. Pese a que el grupo
practique un buen power técnico deudor de los Keepers de Helloween, la sombra
del “más de lo mismo” y la nula originalidad planean en el 90% de CDs de power
metal, y desgraciadamente, este Fantasy… no es ninguna excepción.

Doble bombo a piñón fijo, interesantes melodías con el toque happy, solos doblados
y teclados presentes, pero sin ánimos de protagonismo, son los denominadores
comunes que encontrarás a lo largo del disco. La voz de Ola Halen es incluso
perfecta para este estilo, pero desgraciadamente la banda cae en todos los clichés
del género habidos y por haber. Las composiciones sobrepasan en su mayoría los
cinco minutos. Trallazos como “Life After Life” se pierden en el intento de
bordar las melodías y dotarlas de coros grandilocuentes y melodías. Mejor funcionan
las cosas en los medios tiempos como “Carry On”, alejadas del incesante doble
pedal o en la happy-speedica “Illusions”. Se suceden los solos de teclado y
guitarras en muchas de sus composiciones, pero el tratamiento de las melodías
y el intento reiterado de subir hasta el infinito en los agudos de su frontman
termina por ser cansino. “Master Of My Mind” es un buen ejemplo, sin ser un
mal tema adolece de lo mencionado anteriormente. “Universe” os puede recordar
a los himnos forzados que muchas veces han intentado con muy poca fortuna bandas
que apenas han tenido cierta repercusión. Os recordará a Pegazus o a Heavenly,
y a los que no conozcan a estas bandas –y para que se hagan una idea aproximada-
con comentar que suena a los Freedom Call más azucarados y con carencia imaginativa,
creo que está todo dicho. En si el corte no está mal, pero el estribillo infantiloide
desgracia el resultado global. Para rematarlo han metido con calzador un interludio
operístico orquestrado con casiotone. El éxito de bandas como Rhapsody y sus
orquestaciones ha provocado que cualquiera que intente arreglar sus temas con
orquestaciones a teclado queden más próximos a Camela que a la Filarmónica de
Bratislava. “Fantasy” recupera la credibilidad, pese a caer en los tópicos ya
mencionados, y contiene un bonito solo doblado al más puro estilo neoclásico.
“Mankind” resulta interesante, pero su extenso minutaje la llega a hacer cansina.

Fantasy, A New Dimension sería un excelente disco si no fuera por que ha sido
editado en pleno 2003. Si en su próxima entrega no se replantean el estilo o
el intentar aportar algo que les identifique sobre las tropecientas bandas imitadoras
de la herencia calabazera, no levantarán cabeza y no saldrán de la capital sueca.
Canciones como “Universe” son una auténtica parodia del género y pura carnaza
para que los detractores del power se rían durante los más de nueve minutos
que dura el tema. La originalidad musical está reñida con el heavy metal desde
principios de los 90.