Bleed From Within: Era

Pero vamos a lo de siempre con este tipo de bandas. Una canción gusta. Dos también. A la tercera comienza una digestión pesada. Y cuando llegas al postre, te preguntas por qué has comido tanto.

Después de cinco años de espero, los jóvenes BLEED FROM WITHIN regresan con nuevo trabajo bajo el brazo: “Era”. Si con su anterior “Uprising” ya dejaron un gran sabor de boca entre los seguidores del metalcore, hardcore metal o cualquier estilo colindante, esta nueva entrega debería asentar las bases futuras de la personalidad musical de los de Glasgow. La verdad es que destacar en un estilo tan encorsetado, que suele caer con facilidad en la monotonía y en la excesiva repetición de esquemas, no es fácil. Nada fácil. De hecho, en una primera escucha superficial de “Era”, la sensación que nos transmite es que estamos ante un álbum de una sola canción, que se repite una y otra vez. Pero conforme nos vamos sumergiendo en sus pistas, comprobamos que los escoceses han preparado un listado de temas de forma concienzuda. Aunque hay que reconocer, que su anterior «Uprising» gozaba de una paleta más amplia de colores. Y se echa de menos más dosis de death core de antaño.

No es de extrañar que los aspectos técnicos de los que hacen gala te llegue a recordar a las partes más speedicas de Nevermore. O que las transiciones entre puentes y estribillos (melódicos y pegadizos a rabiar) te suenen a Killswitch Engage o a la etapa más actual de In Flames. Si no me creen, escuchen “Crown Of Misery”. Pero es algo normal en los tiempos que corren. Todos los alumnos, han tenido varios profesores. Destacar con un sonido original, está al alcance de muy pocos.

La intensidad es una de sus armas más poderosas, (y sí; las bases rítmicas a lo Pantera están ahí) tal y como dejan patente en “Clarity” o “Afterlife”.  Que su primer single fuera “Alive”, el tema con el que cierran este trabajo, es una muestra de la confianza que tienen los escoceses en esta nueva entrega. A diferencia de sus anteriores trabajos, estrenan guitarrista para la ocasión: Steven Jones. Y por si fuera poco, también se ha hecho cargo de la producción de este trabajo, logrando un resultado más que convincente.

Todas las canciones son poderosas, enérgicas, y es casi imposible mostrarse indiferente ante tal muro sónico. Pero vamos a lo de siempre con este tipo de bandas. Una canción gusta. Dos también. A la tercera comienza una digestión pesada. Y cuando llegas al postre, te preguntas por qué has comido tanto. Siempre es mejor, en raciones comedidas.