Narnia: Enter The Gate

Vuelve el león de la Metro Goldwyn Mayer, vuelven los suecos Narnia con su
quinto disco bajo el brazo, y de qué manera. He de admitir que sus anteriores
trabajos no es que fueran santo de mi devoción, y de hecho me provocan bostezos
a mansalva, pero este “Enter the gate” es su disco más puramente heavy hasta
la fecha y la verdad es que ha logrado convencerme.

En cuanto empieza el álbum y suena el riff de “Into this game” uno se da cuenta
del endurecimiento de las guitarras, que no es que sean un émulo de Kerry King,
pero sí que suenan más poderosas que en anteriores producciones. Apoyada en
un buen juego de teclados, a cargo del también guitarrista Johan Grimmark,
la canción entra fácil y directa y es perfecta para abrir boca. Y si de buenos
riffs estamos hablando, no podemos dejarnos atrás el siguiente corte, “People
of the bloodred cross”, canción pegadiza donde las haya y con un toque más
power.

Después de este comienzo trepidante uno ya se empieza a plantear si estos
Narnia, los abanderados del epic melodic christian hollywood metal, han cambiado
definitivamente el estilo o se han tirado una buena temporada escuchando sólo
discos de los Judas, pero no. Con “Another world” las aguas vuelven a la calma
y los chicos deleitan a su audiencia con una buena pieza de hard rock melódico,
de nuevo con un estribillo consistente y sin llegar a caer en la ñoñería, algo
a lo que este grupo nos suele tener acostumbrados.

A lo largo del CD se alternan de este modo las canciones de riffs más heavies
con los tradicionales medios tiempos entre el heavy suave y los estribillos
pastelosos, conformando un trabajo equilibrado y algo menos cansino que discos
anteriores. Eso sí, sus señas de identidad sonoras siguen estando ahí, por
lo que tampoco vayáis a esperaros una revolución sonora. Simplemente han añadido
una pizca más de variedad y han logrado hacer posiblemente su mejor disco.

Uno de los temas más interesantes es la canción homónima del disco, que tiene
unos toques de progresivo bastante interesantes entre el bajo y los teclados,
todo ello aderezado con un estribillo marca de la casa. Tampoco podía faltar
la balada de rigor, un papel que cumple “Take me home”, aunque pasa con más
pena que gloria. Y, por si fuera poco, un tema largo, de esos que hay que paladear, “The
Man from Nazareth”, cuyo título deja lugar a pocas interpretaciones. A los
fans del black metal más sucio y pagano seguramente les salgan eccemas al escuchar
las letras de estos cristianos practicantes.

En definitiva es un disco que tiene todos los ingredientes básicos del grupo,
aunque tiene un no sé qué que hace que me haya gustado especialmente, y eso
que uno no es muy dado a este tipo de bandas, todo sea dicho. Si nunca te gustaron
no creo que lo hagan con éste, pero si quieres darles una oportunidad, con
este disco lo tendrás algo más fácil. Al menos ya se han dejado en casa las
influencias neoclásicas de YNGWIE MALMSTEEN y han tomado un camino más personal.

Para acabar, dos curiosidades. En primer lugar, haciendo coros en este disco
se encuentra ni más ni menos que el señor Mats Levén, voceras de THERION y
AT VANCE, entre otros, y cantante mucho más capaz que Christian Rivel.  Por
otro lado, este es el primer disco de Narnia con la discográfica Massacre Records,
después de la salida de su compañía de siempre, Nuclear Blast. Según cuentan
desde el grupo, parece ser que la firma alemana empezó a pasar un poco del
tema, después de ser su primer fichaje melódico hace casi una década, hay que
ver. Son las cosas de la vida, son las cosas del querer.