The Tragic Company: Enigma of Soul

Cabe destacar lo que suele ser más complicado de conseguir: la calidad de las canciones. El disco no se hace pesado, los temas no tienen partes sobrantes, Juanma se maneja perfectamente en inglés y en 10 cortes han resumido perfectamente de lo que son capaces. Estamos frente uno de los grupos más imaginativos y frescos de la escena hispana.

Calidad y buenas vibraciones nos llegan desde Andalucía, una tierra donde siempre proliferan bandas que aportan mucho a la escena. Parece que ha llegado el momento para The Tragic Company con este flamante nuevo lanzamiento: “Enigma of Soul”. Grupo con ya un disco en su haber y que realiza un paso de gigante jugando a sonar como si los Pearl Jam se metieran en el rollo progresivo. Muy buenas ideas, mucha variedad y sorpresas abundantes. Juanma Medina es el cantante ideal para el estilo que practican y en el que los detalles técnicos caen sin cesar en unos composiciones realmente notables e inspiradas. El grupo lo forman el propio Juanma, encargado de todas las tareas de composición y letras y el baterista Aggelidis Dimitris. Cuentan con diversos músicos invitados para la ocasión.

Buena base de riffs como en “Burning Lung”, abriendo fuego y demostrando que el combo suena melódico pero a la vez contundente, en onda post grunge. En “Overdriven Blues” juegan con unos coros de inspiración Alice in Chains pero el riff suena básico, primario y potente. Gran trabajo en las melodías, especialmente en lo que a medios tiempos y baladas se refiere. La final “Tears of Autumn” me parece lo mejor del disco. Esa irrupción de voz femenina (Irene N. Turci) es la culminación, absolutamente inesperada. Grandes arreglos en los coros y un estribillo excepcional, con un interludio oriental muy logrado. Misma onda lleva “Second Hymn”, con buenos arpegios del propio Juanma, que hace un trabajo realmente impecable a lo largo del disco.

La otra balada es “I Don’t Believe in You”, con piano de entrada y cierta conexión con las que suelen ofrecer Dream Theater, con acústicas y mucho sentimiento. Pero mayormente se mueven, y perfectamente, en temas más rockeros y directos como la pegadiza “Help Me”, un single en potencia. Gran riff de entrada en “Being Myself”, esta vez en terrenos muy Pearl Jam. Mucha frescura y clase con una parte intermedia progresiva que hace del corte de lo más atractivo del trabajo. Percusiones dando color en “Shadeless”, con cierto aire tribal y riff entrecortado. “Invisible Queen” es otra buena demostración del buen hacer de esta gente y “Wicked Eyes” reafirma el enorme trabajo conseguido en las tareas de composición.

Un disco por encima de la media nacional. Harán bien moviéndolo pues el grupo suena original y potente. Una obra que en discográfica y con una producción de cinco estrellas podría ser un bombazo. Eso no quita que lo conseguido en los Unreal Studioz de Atenas y en los Fusible Estudio de Almería no haga justicia a lo que han llegado a perpetrar. Aunque las comparaciones son odiosas, encuentro ciertos puntos de conexión con lo que han hecho los australes Tracer en su última obra. Cabe destacar lo que suele ser más complicado de conseguir: la calidad de las canciones. El disco no se hace pesado, los temas no tienen partes sobrantes, Juanma se maneja perfectamente en inglés y en 10 cortes han resumido perfectamente de lo que son capaces. Estamos frente uno de los grupos más imaginativos y frescos de la escena hispana.