Display: En la eternidad

Nueva entrega y paso discográfico para los catalanes Display. Si ya con su anterior disco ya consiguieron cierta repercusión ahora consiguen un sonido muy superior a “En tierra ajena”. Muchos más matices, mucha más fuerza y una vuelta de tuerca a la composición.

Nueva entrega y paso discográfico para los catalanes Display. Si ya con su anterior disco ya consiguieron cierta repercusión ahora consiguen un sonido muy superior a “En tierra ajena”. Muchos más matices, mucha más fuerza y una vuelta de tuerca a la composición. Las influencias del sonido Göteborg, del thrash y del metalcore vuelven a primera línea, pero sobretodo el grupo ha ganado en originalidad y en composición. Llevan miles de hora en el local y se nota tanto en disco como en directo que el grupo ya empieza a funcionar como un reloj. El estilo ya empieza a ser muy personal y las influencias obvias quedan diluidas. Destacar el sonidazo conseguido pues hasta ahora no habían sonado tan bien.

Han incluido unos teclados puntuales pero que casan perfectamente con el estilo y los temas dominando totalmente en la intro “Preludio. Destacar sobretodo la voz de Guille, mucho más agresiva y gutural esta vez, siempre combinándola con esas voces limpias que son una de las señas de identidad del grupo. Riff marcado y agresivo en “Adicto”, ideal para abrir, con esa base rítmica tan potente y esos juegos con las guitarras sobre el estribillo por parte de Dani Llop y Marc Bravo. Posiblemente su tema más definitorio de lo que son en la actualidad y de lo mejor del disco. La sorpresa viene de la mano de “Imperfecta màquina”, esta vez en catalán, pero que es a la postre el corte más original, tanto por idioma como en lo musical. Un interludio progresivo muy inspirado y esos juegos con el doble pedal por parte de Manu Zubillaga que desembocan en un riff central muy a lo Sepultura. Sin duda una onda que habrá que explotar en un futuro.

En “Senderos de poder” la voz de Guille se acerca a S.A. y el trabajo de las guitarras salta a la palestra, siempre sobre la base del bajo omnipresente de Raúl Montes. “Nada que perder” posee una letra crítica y actual con muchos detalles técnicos. Uno de los peros es que el estilo compositivo repite un poco ideas y hay ciertas similitudes entre cortes. Eso es notorio en “Adrenalina”. Finalizan con una outro similar a “Preludio” dando coherencia y unidad al disco, pero antes atacan “En la eternidad”. Pausada de inicio, con esos teclados presentes, muchos detalles de guitarra y una letra evocadora. Un medio tiempo que se aleja algo de la tónica mostrada pero que mantiene todos los ingredientes con los que suelen cocinar los temas.

Otro paso en la dirección correcta y otra dosis de metal agresivo y potente. Son seis temas más una intro perfectos para que nos hagamos una idea de cómo suena Display en 2014 y que en nuestras tierras tenemos a bandas que merecen la atención de muchos. El grupo está para empezar a salir en los medios, telonear a grupos foráneos y llegar a más partes de la Península. En la presentación de “En la eternidad” agotaron existencias, algo sumamente positivo y otro ejemplo de que esta gente va para arriba.