Gamma Ray: Empire of the Undead

Suena como tiene de sonar. Nada de experimentos progs, refritos de antiguas canciones ni acercamientos a Judas, Sabbath y Helloween. Los chicos están de vuelta y el dios de Hamburgo quizá no vuelva a reinar, pero recupera su cetro.

Vuelve Kai Hansen, vuelve Gamma Ray y… por la puerta grande. Si eres de los que, muy acertadamente, consideras que hace muchos discos que esta gente no consigue transportarte a ese mundo épico, metálico, melódico y speedico, creo que vas a tener una grata sorpresa esta vez. Posiblemente estamos ante el mejor disco desde el “Powerplant”, pues a pesar de que “New World Order” era realmente bueno, por primera vez el genio pelirrojo se autoplagió composiciones. La épica está de vuelta, y Kai ya avisó: “haremos un disco mucho más veloz y thrashy”. Si ya te habían gustado “Empire of the Undead” y sobretodo, “Master of Confusion” (¿estamos ante un nuevo clásico?), es sólo la antesala. Hay aquí mucho material para el disfrute y para ver que, en cierto modo, las musas les han vuelto a visitar.

Abre la extensa “Avalon”, pero con ella hay un cierto acercamiento a los momentos épicos pausados de “Land of the Free”. Muy buena melodía, originalidad y sentimiento. Te hará esbozar una sonrisa. Es cómo volver a ver a ese amigo que hace tiempo que no veías. “Hellbent” es la promesa cumplida. Arranque a lo Helloween con melodía y velocidad, con el bajo de Mr. Schlächter al puro estilo Grosskopf y con un estribillo 100% Gamma Ray. Voz muy aguda y cabalgada a lomos de un Michael Ehré que sustituye al bueno de Dan Zimmerman. Puede que quizá el grupo necesitara un cambio y dejar las composiciones de este gran baterista de lado. Producción algo más cruda y oscura que las anteriores. Todo un acierto. En “Pale Rider” quitan el pie del acelerador pero consiguen uno de esos medios tiempos tan logrados y pegadizos a lo “Razorblade Sigh”. Melodía similar a “Heavy metal Universe” y mismos tiempos, pero nada de sacar ideas de temas ya escritos. Mucha atención a la divertida “Born to Fly”, con un Kai bajando tonos y firmando uno de los estribillos del disco. Lástima que la letra vuelva a indagar en águilas, cielo y arco iris… más recurrente imposible, pero el tema funciona.

Las siguientes están más que comentadas pues aparecieron en su anterior Maxi, y son de lo mejor del disco, especialmente “Master of Confusion”, pero también “Empire of the Undead”, que es el corte más representativo del disco. Desconozco la autoría, pero “Time for Deliverance” parece la típica balada de Dirk Schlächter con dejes Queen. Algo más inspirada que las últimas con un Kai que vuelve a bajar de tono. Quizá las cuatro últimas bajen un poco el listón pero cumplen sobradamente. La atmosférica “Demonseed” podría estar en el “Majestic” o en cualquier otro disco anterior a este. Parece un tema compuesto en anterioridad y no encajaría en lo demostrado hasta el momento. “Seven” nos devuelve un poco al pulso por el que transitaba el disco. Buena línea vocal, contundencia y la fórmula de composición de su etapa dorada. Incluso con un pasaje un poco referente al “Insanity and Genious”. Entrada a lo “Heading for Tomorrow” en “I Will Return” para marcarse otro tema contundente a lo “Somewhere Out in Space”. Hasta el título parece profético. Dosis de épica y velocidad marca de la casa. No he nombrado al gran Henjo Richter, pero está más que presente y perfecto. También decir que Ehré encaja perfectamente y que puede que el grupo necesitara este cambio. Finalizan con el bonus “Built a Word”, algo más alejada del estilo del disco. Mucho más densa, algo hipnótica pero realmente lograda. Gran estribillo, si bien entran en lo experimental.

Gamma Ray han ido subiendo el listón poco a poco desde el descalabro de “Majestic”, pero ha sido menos fiable que la prima de riesgo española. Con este disco vuelven en parte al sitio “dónde lo dejaron”. Vuelve la fe, y veréis que no seré el único en opinar así. Van a darle cancha al disco en directo y no es para menos. Suena a lo que tiene de sonar. Nada de experimentos progs, refritos de antiguas canciones ni acercamientos a Judas, Sabbath y Helloween. Los chicos están de vuelta y el dios de Hamburgo quizá no vuelva a reinar, pero recupera su cetro.