El paso adelante de STRATOVARIUS con su nuevo disco, “Elements part 1”, es
arriesgado pero denota valentía. La banda ha optado por evolucionar un poco
dentro de su estilo mas o menos típico, dando lugar a un disco de corte mucho
mas progresivo, y con una menor cabida al tema facilón de 4 minutos en pro
de composiciones largas, trabajadas y con mucho jugo.

Aun así, se han asegurado de comenzar el disco y de lanzar un single con
un tema fácilmente reconocible como es “Eagleheart”. Mientras que el tema
no aporta nada nuevo, lo cierto es que ayuda a que el fan recién llegado de
la banda no se pegue de morros contra una férrea barrera sinfónica que le
haga huir hacía unos ORATORY o alguna otra copia de los clásicos STRATOVARIUS.

Sin embargo, en “Soul of a vagabond” comienza la locura de Jens Johänsson.
Partes sinfónicas a toneladas, teclados omnipresentes y orquestaciones de
magnitudes bíblicas. Un tema denso, pesado pero con unas excelentes melodías
vocales y probablemente, el trabajo de guitarra mas heavy que nunca haya hecho
Timo Tolkki.

“Find your own voice” nos trae a un Timo Kotipelto cantando demasiado alto,
en tonos en los que es imposible distinguir cuales son las palabras que salen
de su boca. Es previsible que si intenta esto en directo estalle en mil pedazos.
El siguiente tema, “Fantasia”, es otro de los mas netamente progresivos, y
que a buen seguro provocará que alguien comience a fruncir el ceño ante la
evolución de los fineses. Nada mejor que esto, una banda que ha sabido salir
hacía adelante en el complicado mundillo del Heavy Metal actual, donde aproximadamente
diez mil millones de trillones de bandas luchan por destacar en algo.

“Learning to fly” es otro de los más melódicos, intercalados en una estructura
“uno-progresivo-el-siguiente-tipico-de-STRATOVARIUS”, para que el disco no
se le atragante a nadie. “Papillon” nos muestra a un Kotipelto en plenas facultades,
pero una batería de Jorg Michael excesivamente presente y en algunos momentos
sospechosa de ser muy retocada por ordenador. Como mínimo el bombo lleva un
trigger del tamaño de un campo de futbol, lo cual resta mucha naturalidad
al sonido final del instrumento.

“Stratofortress” suena a cualquier cosa que hayan hecho STRATOVARIUS, mientras
que “Elements” se revela como la piedra angular del disco: un corte denso,
con partes tranquilas y otras no tanto, Timo Kotipelto cantando en tonos mas
audibles y expresando un principio de feeling no demasiado acusado. El tema
en sí, pese a imaginarlo mucho mas progresivo, es sorprendente ya que sin
ser simple, es bastante digerible.

Para cerrar, la banda ofrece una relajada composición de aire melancólico
y acústico titulada “A drop in the ocean” que a buen seguro provocará encendidas
de mecheros multitudinarias en su próxima gira.

STRATOVARIUS se la han jugado relativamente con su nuevo disco, que a buen
seguro venderá chorrocientasmil copias. Pero se evidencía que la banda se
esfuerza por evolucionar. Ahora falta que los fans de su estilo mas netamente
power-pasteloso no se sientan defraudados por esta avalancha de sinfonismo,
orquestación y el aumento de la papada de Tolkki.

Sergi Ramos

Grupo:Stratovarius

Discográfica:Nuclear Blast / Mastertrax

Puntuación:8.25

Año:2003

Votación de los lectores:6.87719