Pensemos por un momento que el mundo de las etiquetas y sus múltiples subdivisiones
no era lo más importante e identificador en un tiempo no tan pasado. Así que….¿Hard
Rock? ¿Stoner Rock? ¿Gótico pop rock? ¿Glam Rock?….Simplifiquemos. ROCK. Pero
así, en mayúsculas. ¿Para que complicarse la vida si la esencia es prácticamente
la  misma?

Remontémonos un poco atrás en el tiempo. En 1982, en la ciudad de Bradford
(Inglaterra), un señor  llamado Ian Astbury, un inglés muy influenciado en su
imagen e ideas por la cultura indio-americana, decide montar un grupo al que
bautiza como THE SOUTHERN DEATH CULT, con el cual sólo lograron editar un álbum
homónimo; después pasaron a llamarse DEATH CULT, con el que su producción musical
se limitó a un par de singles.

Hasta ahí, nada que se salga de lo común del comienzo de cualquier agrupación
antes de que ésta pase a ser algo más serio, es decir, cambios de formación
continuos, ideas semi-vacías y sin ninguna dirección aparente, poco interés
tanto de miembros como de seguidores de esta música……Pero en DEATH CULT ocurrió
un hecho muy importante para explicar y comprender la  posterior historia de
THE CULT: entró a formar parte de la formación el guitarrista Biffy Duffy, pieza
inamovible y de indiscutible importancia en los años venideros.

Reducieron más el nombre de la banda para que THE CULT fuera el nombre (ya
de una vez por todas) definitivo, y ya en el 1984, dos años después de aquella
semilla plantada por Astbury, lograron publicar su trabajo debut bajo ese nombre:
“Dreamtime”. Poca relevancia en cuanto a ventas tuvo su álbum debut, pero el
conocimiento de la banda ya llegó más lejos del underground en el que vivían
sumergidos en sus primeras etapas, bajo los distintos nombres que hemos comentado.

Un año después THE CULT empezó a despuntar y a hacerse sonar más aún tras la
edición de “Love”, su segundo trabajo. Todo esto ocurría mientras paralelamente
los cambios de formación habían empezado a ser algo habitual en el seno de la
banda. Solo dos nombres permanecían intactos desde los comienzos de THE CULT
hasta su enigmática actualidad: Astbury y Duffy. Eran sin duda, los dos pilares
básicos en toda la carrera musical de esta banda, tanto que, en años posteriores
y debido a los infinitos bailes de componentes, su manager decidió que solo
aparecieran ambos en las fotos promocionales, y que fueran ambos los únicos
en usar su boca para responder a las entrevistas.  

Fue en el año 1987 cuando se publicó “Electric” disco que pasamos a comentar.
En un principio su título iba a ser “Peace”, pero cuando prácticamente estaba
listo para que viera la luz, el grupo conoció al archiconocido productor Rick
Rubin y decidieron volver a grabar todo el álbum otra vez, con viaje a Estados
Unidos incluido, sacando a Steve Brown de estas labores.

1987 fue sin duda buen año para publicar un disco tan arrollador, recordemos
que el mismo año piezas fundamentales del rock y de fuerte transcendencia como
el “Girls, girls, girls” de los MOTLEY CRUE, “Apettite for Destruction” de los
también angelinos GUNS & ROSES, “Disraeli Gears” de CREAM, o “Hysteria”
de DEF LEPPARD entre otros, fueron editados. Que buenos tiempos….

Tal fue el revuelo que se formó en Europa (y la posterior consagración en Estados
Unidos) con la salida de “Electric”, que de este disco se llegaron a editar
tres hit singles, representados por los temas: “Wild Flower” con la que abren
el CD de forma agresiva; “Love Removal Machine” con un riff inicial prestado
del “Start me up” de las Majestades Satánicas  y “Lil’ Devil”, tema que desborda
rock puro y en el cual, la desenfadada guitarra de Billy habla por sí sola.

Y este es uno de los cambios más significativos respecto a su anterior trabajo
“Love”: las guitarras. Se acabaron las guitarras dulzonas, para dar cabida a
riffs duros y machacones, punteos tanto sucios como melódicos….Puro rock,
en definitiva.

Pero no todo “Electric” se basaba en sus tres grandes éxitos; todos los temas
tienen lugar y derecho a una mención especial.

“Peace Dog”, y “Memphis Hipshake”, son dos cortes tutelados por las influencias
del blues-rock, y es que no podemos olvidar los grupos que formaban parte de
la cultura musical de los miembros de THE CULT: FREE LED ZEPPELIN…y el rock
clásico y psicodélico de los 60. “Aphrodisiac Jacket” es un tema que te puede
recordar a los inicios de los australianos AC/DC por su crudeza; “Bad Fun”,
posiblemente el tema más cañero y agresivo de “Electric”; “Outlaw”, cuyo estribillo
hará que cualquier  parte de tu cuerpo esté disponible para marcar el ritmo
inevitablemente…..y así hasta citarlos a todos. “Electric” es en definitiva
un disco directo, sin ningún tema de relleno. Corto por su duración, pero directo
(repetimos) a la vez que variado. Se nota la mano de Rubin, la magia de este
magistral productor; todo disco que toca se convierta en oro.

Mención especial a la versión que realizan del famosísimo tema de Steppenwolf:
“Born to be Wild”, que aunque no difiera mucho de la original, si que está el
sello de THE CULT impreso en ella.

Supongo que sabréis quien es Matt Sorum, ¿no?. Bueno, deciros (para los despistados)
que sería, después de la gira mundial para presentar este disco en el 89, el
batería de GUNS & ROSES.

Los números de copias que se vendieron de “Electric” fueron más que dignas,
pero es que la banda no ha podido quejarse nunca de quedarse en escalones bajos
en las listas de ventas. Exactamente el puesto número cuatro, puesto que también
ocupó su anterior y ya citado “Love”;  y número diez en los Billboard Charts
de Estados Unidos. Únicamente su posterior disco “Sonic Temple” (1989) superó
en una posición dichas ventas. Y hablando de ventas, no puedo dejar de citar
una anécdota; su recopilatorio “Pure Cult” (1993), contra todo pronóstico alcanzó
el primer puesto en Inglaterra, aunque en el resto de países pasara desapercibido.

Y fue a partir de un maduro y multi-direccional “Sonic Temple”, cuando la banda
empezó a bajar el ritmo (de ventas, que no de calidad). Editaron posteriormente
“Ceremony”, y después del recopilatorio, un disco homónimo muy variado y con
algunas de las mejores letras en su discografía; pero THE CULT no levantaban
cabeza. La injusticia musical hacia acto de presencia. Estos discos fueron infravalorados
por gran parte del público, al igual que su esperado regreso en el 2000 con
“Beyond Good and Evil”, de nuevo con Matt Sorum a la batería. 

La actualidad del grupo se encuentra algo ensombrecida. Como muchos sabréis,
Ian Astbury entró como vocalista en THE DOORS, o…bueno….lo que queda de ellos,
aparecen bajo el nombre de THE DOORS OF THE 21 CENTURY, por motivos legales.

Incluso estuvieron en nuestro país, pero la repercusión de esta experiencia
(para muchos una autentica y descarada herejía) ha sido más bien pobre. Ya se
sabe que el sustituir al líder de una agrupación no es fácil, y mucho menos
si el idolatrado en cuestión alcanza el grado de mítico.

Tampoco entra en nuestro conocimiento la posibilidad de que THE CULT vuelvan
a editar un disco en un futuro próximo. Tal vez cuando los bolsillos empiecen
a aflojar…

Vuelvo a recalcar que cualquier disco de estos  británicos serviría perfectamente
para entrar en este espacio. ¿Por qué “Electric”? Por su espontaneidad; porque
funciona como ecuador para el posterior desarrollo musical de la banda; por
el inicio de un reconocimiento masivo; por el cambio a una producción más rancia….
Y porque si.

Satur Romero

Grupo:The Cult

Discográfica:Beggars Banquet

Puntuación:9

Canciones:

    1. Wild Flower
    2. Peace Dog
    3. Lil’ Devil
    4. Aphrodisiac Jacket
    5. Electric Ocean
    6. Bad Fun
    7. King Contrary Man
    8. Love Removal Machine
    9. Born To Be Wild
    10. Outlaw
    11. Memphis Hipshake

Año:1987

Votación de los lectores:9.11765