Dry River: El circo de la Tierra

Hace tiempo que desde tierras valencianas aparecen las mejores bandas hispanas. Hubo un tiempo que Madrid y Euskadi se llevaban la palma, luego Asturias, pero desde hace ya más de un lustro, podemos disfrutar de grupazos de esas latitudes. Dry River son una banda más, cierto, pero dudo que exista una banda en España que se acerque a su arriesgadísima propuesta musical. Practican Rock progresivo pero Queen es el espejo en el que se miran. Y no los Queen más comerciales, sino los Queen más eclécticos, experimentales y locos. Incluso aportan esas canciones desquiciantes de la etaa “Night at the Races” en los que el charlestón, los ampulosos coros y el más difícil todavía sorprendían a cada corte. Dry River han pasado de banda de versiones a facturar un CD que , cuanto menos, sorprende.

“Y tras el telón” es una intro exquisita y un aviso a navegantes: esa pomposidad vocal a capella nos presenta algo diferente y arriesgado, pero también sumamente atractivo. Le sigue la enorme “Pequeño animal”, ya de lleno en tempos progresivos y juegos de tiempos. Un rock teatral, muy expresivo y descriptivo. Gran trabajo general instrumental con unos coros tan ampulosos como atractivos. Hay momentos muy Dream Theater e incluso se atreven con flautas puntuales. Otro corte sorprendente es “Se lo monta bien”, un ejercicio jazzístico con coros sobreactuados pero efectivos y una letra muy cachonda. Los temas son largos, dando cancha a que las composiciones se desarrollen y fluyan. Destaca en sobremanera la voz de Ángel Belinchón, muy teatral y expresiva.

La excelente producción es absolutamente clave en este trabajo. Todo es luz y hay mucha belleza. Esa aura de buen-rollismo y felicidad impregna todo el CD. Su cara más directa y desenfadada se nos muestra en “Aunque sin ti” en la que las guitarras de Carlos y Matías lucen de maravilla. “Soledad” es una de las baladas con piano de protagonista. Mejor les ha quedado “La llave del sol”, mucho más emocionante y algo más recargada. En algún momento llegan a sonar a los Van Halen de la etapa Sammy Hagar. El tema más delicado y trabajado  es el que da nombre al disco: “El circo de la Tierra”. Un tour de force en el que muestran todas sus cartas. Una montaña rusa de sensaciones y que posee toques Savatage, de puro musical con guitarras muy endurecidas y una línea musical desquiciante.

A pesar de lo rápido que entra y bien es un trabajo sumamente especial, difícil de llevar al directo y que también tendrá muchos detractores. Es el típico disco en el que no hay término medio: o te encanta o lo dejas de lado. Si eres fan de Queen evidentemente quedarás prendado, aunque sea sólo por el atrevimiento. Dry River van fuertes y apuestan todavía más fuerte. Si nadie se ha querido atrever con algo así, será por algo, pero… en sus manos la cosa ha funcionado de maravilla. Un disco que seguro que va a dar mucho que hablar…