Fastway: East Dog Eat

Sexto disco ya de la banda liderada por el legendario exguitarrista de Motörhead Eddie Fast Clarke y por el enorme vocalista Toby Jepson (Little Angels y Gun). No está ya Pete Way de Ufo, pero en su lugar encontramos a Matt E, un habitual colaborador de Jepson, ocupándose de platos y bombos. El resultado es un buen disco de hard rock con mucha actitud y clase, bastante crudo y muy alejado de teclados y coros rimbombantes. La música es accesible, muy eléctrica y contundente, a lo power trío y la guitarra de Clarke comparte todo el protagonismo con la elegante garganta de Jepson en un disco mucho más inglés que americano.

Son temas elaborados, muy directos, sin artificios ni demasiadas florituras, aunque a veces peca todo de ser un poco lineal y previsible. De entrada destaco la extensa y trabajada “Dead and Gone”. Dividida en dos partes, la primera acústica y sentimental y una segunda puramente eléctrica y marcada por un gran riff de guitarra. Aparentemente todo suena crudo y sucio, con los tiempos muy marcados y tirando de contundencia y decibelios. La inicial “Deliver Me” es el inmejorable ejemplo de ello. En “Fade Out” ambos protagonistas se lucen de lo lindo. Crescendos a medio tiempo y un gran estribillo potenciado decibélicamente por la labor de Clarke. “Leave a Light On tira de rollo macarrilla y vacilón y “Loving Fool” funciona, pero repite esquemas demasiado obviamente.

Las cadencias bailables pueblan “Freedom Song”, un tema algo manido pero que en manos de Jepson y Clarke funciona, y de qué manera. En “Do You Believe” hay juegos puntuales con la pedalera y consiguen uno de los cortes más “diferentes” de la obra. Decididamente los medios tiempos es el terreno dónde major se mueve esta gente y “Love I Need” es un inmejorable ejemplo de ello. Pero desgraciadamente los temas se parecen excesivamente entre ellos y la sensación de repetición es constante. Finalizan con “Only If You Want It” pero manteniendo la línea marcada y volviendo una y otra vez al sendero marcado. Nada de riesgos.

Buen disco pero poco más. A pesar de los grandes nombres está claro que a este disco le sigue faltando algo. Todo está muy visto y es sumamente previsible. Hay buenos cortes, sí, pero poco más. Sigue siendo un placer que Jepson y Clarke unan fuerzas, pero poco más. Clarke tampoco hace honor al seudónimo de “Fast” y se instala constantemente en un medio tiempo con tiempos muy marcados y una guitarra que tampoco termina de despegar. Posiblemente en directo gane todo este material, pero está claro que la repercusión que va a tener este disco es mínima. Mención especial merece la gran portada del disco.