Messiah’s Kiss: Dragonheart

“Hacemos lo mejor que sabemos hacer: Heavy Metal en su estado puro, y no hagáis caso a la tentativa de copia de otras experimentaciones musicales. ¡Ese no es en absoluto nuestro caso! ¡No queremos mezclar whisky o vino con zumo de tomate! Seguimos siendo fieles a nuestras raíces. Desarrollo: ¡Sí!. Traición: ¡No!”

Este es un extracto del auto juicio que los miembros de MESSIAH’S KISS incluyen en la hoja promocional. Más honestos, imposible. Y aunque pueda parecer que la formación se quiera enmarcar en el True Metal en cuanto a ideología, después de oír este nuevo “Dragonheart” (¿se puede poner un título más explícito?), sucesor de su segundo y poco agraciado “Metal” (¿se puede poner otro título más…?), pueden caer el cuarteto en el error de expandir prejuicios nada saludables de forma gratuita, y más a sabiendas de lo que se pueda llegar a pensar después de que la banda comparta escenario en algún que otro festival apadrinados por MANOWAR, quienes dicen entender muy bien el significado verdadero y autentico del True Metal.  

Bien es cierto que “Thundert Of The Night”, de ser cantado por Eric Adams, podría formar parte del repertorio de los norteamericanos, pero el sentido metálico de MESSIAH’S KISS no es tan limitado. La speedica “Steelrider” o ese poderoso inicio de la mano de “The Ancient Cries” (ese estribillo es realmente rompedor), nos hace ver que este cuarteto alemán, además de posibles taparrabos de piel de oso en su vestuario o réplicas de la espada de Odín, también conocen el estamento del heavy metal sin concesiones, el heavy metal puro y duro, ese que, a mi entender, tiene al “Painkiller” de JUDAS PRIEST como guía básica a seguir. Y aún hay más, su vocalista Mike Tirelli, conocido por girar últimamente con RIOT, tuerce su tesitura vocal en el medio tiempo “City Of Angels” con un resultado excelente, y juega a ser Ronnie James Dio (nada de extrañar, para quien conozca a su otra banda HOLY MOTHER), en una magnífica “Where The Falcons Cry” o en una inspirada “Northern Nights”, tema con interesantes cambios de ritmos y ambientaciones. Cierran con “The Ivory Gates”, tema largo y épico, de ritmos rápido en su mayoría, con el que saldan la cuenta de los tópicos del género. La duda ofende.

Queda más que claro que esta formación no muestra nada nuevo, ni ofrece nada que no se haya escuchado antes, pero quitando esta premisa, premisa que habría que eliminar de un alto porcentaje de discos que se publican en la actualidad para no desechar ese mismo gran porcentaje, MESSIAH’S KISS expanden en estos once cortes su dominio en el estilo con demostrada solvencia. Y lo más importante, se pueden encontrar estribillos pegadizos, solos bien ejecutados, variedad… en definitiva, partes que se retienen en la memoria sin demasiados escuchas y que huyen de la linealidad en todo momento. ¿Es MESSIAH’S KISS una banda de True Metal? Hasta ellos mismos lo confirman en la dichosa hoja promocional, pero ojala todas las formaciones afines a esta etiqueta grabaran una colección de canciones tan grata.