Annihilator: DOUBLE LIVE ANNIHILATION

Tras varios meses de retrasos e incertidumbres varias, por fin ve la luz el
esperadísimo nuevo trabajo de los canadienses ANNIHILATOR. Siendo este
“Double live annihilation” su segundo disco en directo tras “In
command (live 89-90)” la banda sigue mostrando a las mil y una maravillas
el porqué de su grandeza sobre un escenario. Para tod@s aquellos que
ya los hayáis visto en alguna de sus últimas apariciones por territorio
Español (1999 con OVERKILL, 2001 con SOILWORK y NEVERMORE o ROCK MACHINA
el año pasado ) sabréis a la perfección lo que un directo
como este esconde. La maestría del señor Jeff Waters a la guitarra
es insultante, al igual que la base rítmica y demoledora formada por
el bajista y últimamente habitual en la formación, Russ Berquist,
y el batería Randy Black, quien ha regresado de nuevo a la banda tras
haber grabado en el pasado “King of the kill”, “Refresh the
demon” y el abominable “Remains”. Lo del cantante Joe Comeau
merece un párrafo a parte, y es que en poco tiempo en la banda se ha
revelado como una pieza básica en el engranaje de la maquinaria canadiense
dejando bien claro que su elección no fue fruto del azar y que sin duda
alguna, es el mejor frontman que ha tenido ANNIHILATOR, tanto en lo personal
como en lo estrictamente musical. Es curioso el buen ojo que el sr. Jeff Waters
siempre ha tenido de cara a elegir cantantes: como buen conocedor y confesado
freak que es y ha sido del underground metálico siempre ha estado al
corriente de las mejores voces, como fue en su día Coburn Pharr, cantante
en aquel “Escape to nowhere” de los californianos OMEN, quien aportó
sus cualidades vocales para e legendario segundo trabajo de ANNIHILATOR “Never
nevermore”, o sin ir más lejos el actual Joe Comeau, conocido por
ser el guitarrista de OVERKILL en 5 de sus discos de los 90, pero sobretodo
por haber cantado en una de las leyendas más grandes del underground
metálico americano, LIEGE LORD y su último trabajo de estudio
de 1988 “Master control”.
Las cualidades vocales del entrañable Joe Comeau quedan patentes a lo
largo de todo este disco en directo y si en otros casos hemos puesto en duda
la credibilidad y autenticidad del mismo directo (léase DISSECTION),
no me cabe la menor duda que en “Double live annihilation” no hay
trampa ni cartón, las 3 veces que les he visto sobre un escenario me
han dejado constancia de ello.
Desconozco cual será el setlist completo de este trabajo puesto que en
la copia promocional solo aparecen 13 temas, pocos pero suficientes para ver
por donde van los tiros.
La encargada de abrir su repertorio es “Alison hell”, probablemente
su tema más conocido y su himno más grande donde TODA la banda,
sin excepción alguna, se luce y demuestra el porqué son la mejor
formación que ha tenido nunca ANNIHILATOR.
Algo que me ha sorprendido es el hecho de que Joe Comeau, a diferencia de muchos
otros cantantes, puede solventar la papeleta de tener que tocar temas de otras
épocas de ANNIHILATOR cuando él todavía no estaba en la
banda, y no solo hacer un buen trabajo sino incluso superar lo que otros hicieron
en discos anteriores, tomando como ejemplo “Set the world on fire”,
“Refresh the demon”, “King of the kill”, “Phantasmagoria”
y sobretodo “Never neverland” donde borda su actuación de
una manera espectacular.
Si con los temas que fueron compuestos para otras voces realiza semejantes logros,
imagínense pues lo que Joe Comeau es capaz de hacer con los temas donde
él ha participado, temas extraídos de “Carnival diablos”
y “Waking the fury”, obviamente. “Striker”, “ultra
motion”, “The blackest day”, “Shallow grave” o
sobretodo “Denied” son buena prueba de ello, siendo esta última
probablemente la mejor de todo este disco en directo con un Joe Comeau que deja
por los suelos las labores escénicas y vocales de ese a quien todos denominan
erróneamente the metal god y que actualmente deambula por todos los escenarios
de medio planeta enfundado de nuevo en cuero y tachuelas.

Bueno, supongo que a estas alturas habrá quedado claro que ANNIHILATOR
son probablemente una de mis mayores debilidades y aún creyendo haberme
extendido en demasía, podría seguir horas y horas hablando de
estos canadienses que me han demostrado, gracias a una carrera coherente y plagada
de fenomenales discos de heavy metal, que su status de leyenda no se debe únicamente
a logros pretéritos sino a un esfuerzo sobrenatural por despuntar en
un panorama musical plagado de “artistas” mediocres y demás
cantamañanas.