L'Endevi: Don’t go back

A las puertas de esta Navidad pasada L'endeví, que se descubrió con uno de los proyectos más prometedores nacidos de la costa valenciana, nos trajeron su último álbum, “Don't go back” – un título que suena a declaración de propósitos, especialmente después de la marcha de su cantante y fundadora, Mamen, y de su guitarrista Pater, al que sustituye Pedro Bataller. Los fans de la banda descubrirán que este nuevo álbum tiene un registro algo diferente al de sus dos trabajos previos: es más directo, más claro y ligero, como si tuviera las intenciones más al descubierto.

“L’Endeví” es un grupo valenciano que lleva en activo des de 2007, cuando nos ofrecieron una demo que poco tardó en verse seguida por dos discos con una buena aceptación y reconocimiento. El segundo de ellos, “An eternity”, vio la luz ya bajo el sello de Art Gates Records, y  continuaron su despegue con un muy respetable número de directos de gran calibre, entre ellos apariciones en festivales como el Costa de fuego 2012 y el Metal Female Voices Fest 2013 de Bélgica.

A las puertas de esta Navidad pasada nos trajeron su último álbum, “Don’t go back” – un título que suena a declaración de propósitos, especialmente después de la marcha de su cantante y fundadora, Mamen, y de su guitarrista Pater, al que sustituye Pedro Bataller.
Los fans de la banda descubrirán que este nuevo álbum tiene un registro algo diferente al de sus dos trabajos previos: es más directo, más claro y ligero, como si tuviera las intenciones más al descubierto. Ofrece todo lo que es, y es todo lo que ofrece: metal melódico, ahora algo más alejado del estilo gótico y más próximo por momentos al pop rock alternativo. No obstante, me gustaría destacar los puntuales elementos exóticos que adornan algunas de las mejores composiciones, como las gemelas “Needle” y “Peligro”.

El disco tiene una escucha muy agradecida pero, sin embargo, se le echa en falta un par más de vueltas al horno, o quizá sólo un poco más de caña, para acabar de ligar un pastel que, aunque está hecho de ingredientes muy buenos, le falta un poco de cuajada. Un ejemplo: el single “Sleeping in the cage” tiene buena parte de los elementos necesarios para despegar en un fantástico hit (la forma como se doblan las voces, la atmósfera apresadora, atrayente, casi doom) pero, en cambio, le falta ese “algo”. Llámale tempo, intención, desfachatez.

Parte clave de este cambio en la sonoridad reside en el cambio de frontwoman, pues ahora las voces corren a cargo de Lorena Gascón, que nos sorprende con un estilo muy opuesto en temperamento al de Mamen, que irradiaba personalidad y carácter. Lorena, por su parte, goza de una técnica más asequible, adornada con gotas de teatralidad y afectación que, de hecho, cuadra mejor con la fórmula por la que apuesta L’Endeví en este trabajo.
Se aprecian mucho los momentos en que la voz femenina se ve respaldada por una voz más ruda y gutural, como en “Fénix”, por lo que habría sido un buen acierto darle más protagonismo, tanto de volumen como en segundos.
Sin embargo, a pesar de que la voz principal pierda garra cuando se le exige estridencia, sí que se luce en los lentos, como en el principio de “Ishi”, y se defiende con corrección tanto en castellano como en inglés.

Se debe reconocer que atreverse a cantar en una lengua extranjera es una apuesta arriesgada pero, a pesar de esto, se trata de uno de los factores más interesantes de esta formación, pues  no dudan en alternar al largo del disco entre los dos idiomas. Sería un puntazo, y se lo dejamos en la carta de reyes de caras a su próximo lanzamiento, que, haciendo honor a su nombre, se atrevan a sacar algo nuevo en valenciano.

L’Endeví se descubrió con uno de los proyectos más prometedores nacidos de la costa valenciana, y aunque se nota que toda la frescura y el descaro siguen allí, es de suponer que el cambio de formación (y pérdida de uno de los miembros fundadores) en pleno proceso de creación les ha supuesto un pequeño inconveniente por el que han tenido que readaptarse y reformularse. Convendrá esperar a un nuevo trabajo o, todavía mejor, a ver qué tal suena el grueso del nuevo material en directo.