John Wesley: Disconnect

Si hace unos días reseñábamos el último de álbum de Tim Bowness, ese pequeño gran desconocido en el mundo del progresivo en gran parte condenado a vivir a la sombra de su trabajo con Steven Wilson, el caso de John Wesley es realmente parecido. Conocido por muchos como miembro en directo de Porcupine Tree desde ni más ni menos que 2002 hasta 2010 (año en que la banda entró en hiato), el porcentaje de aquellos que realmente han llegado a escuchar sus trabajos en solitario es muy bajo. Probablemente sabrán que ha trabajado con Fish antes que ser conocedores de los ocho (sí, ocho) discos de estudio que ha publicado por su cuenta, y la pregunta es más que evidente: ¿nos estamos perdiendo una maravilla? La respuesta es no.

La diferencia entre Tim y John es muy clara: uno ha conseguido publicar este año un disco de un nivel realmente alto, y el otro no. Y creo que no hacen falta ocho álbumes de estudio para darnos cuenta que el bueno de Wesley es un músico excelente, pero falla en el aspecto de que es más un intérprete más que un compositor. Esto no es necesariamente malo, no todos los músicos tienen por qué ser buenos compositores, aunque aquí lo consideramos un fallo porque evidentemente estamos hablando de la calidad de sus publicaciones a la hora de escribir. «Disconnect» es un trabajo insulso, que no llega a conectar con el oyente en prácticamente ningún momento, y en el que a lo largo de su escucha uno no hace más que preguntarse por qué sigue reproduciendo el disco. Las canciones no tienen ningún atractivo más allá de la singular voz de John, a la cual muchos nos enganchamos en los directos de Porcupine Tree, y esto es realmente triste tratándose de un disco en el que el protagonista número 1 es la guitarra. Pero sencillamente, no sucede nada excesivamente interesante con ese instrumento que supuestamente es el centro de atención. Ni un sólo desarrollo interesante, ni un buen estribillo, tan sólo canciones del montón y solos insípidos.

Y si la composición no es convincente, la desastrosa producción hace un flaco favor al álbum. La mezcla es absolutamente terrible, sobretodo en canciones con más distorsión como «Any Old Saint» o «Take All You Need»: volúmenes disparatados e instrumentos en planos ilógicos es lo que encontramos, y ni siquiera el tono de guitarra en estos temas es agradable al oído, más bien incita al dolor de cabeza. En algunos temas la mayoría de instrumentos se ven totalmente enterrados por la guitarra y las voces, y cuando encontramos un balance algo más adecuado en los niveles… nos damos cuenta hasta sonando mejor, las canciones siguen siendo totalmente insulsas y poco inspiradas. Los puntos más salvables de este «Disconnect» son esos temas más tranquilos y relajados, como «Window» o «Mary Will», pero aún así resultarían puro relleno en un álbum algo mejor. Que no parezca que desde aquí no respetamos a Wesley: es un gran músico con mucho talento, pero… este «Disconnect» es un perfecto ejemplo de cómo NO hacer las cosas en prácticamente todos los campos. Esperamos que levante cabeza.