El guitarrista escocés célebre por haber estado en las filas de Thin Lizzy y Motörhead saca su primer disco en solitario tras tantos años de carrera. Es una parte imprescindible para llegar a entender las twin guitars y ha trabajado codo con codo con Lynott y Lemmy, así que puede presumir de estatus y de leyenda. También ha sido un tipo algo controvertido y barriobajero, y sus trifulcas tanto con los Motör como con los Lizzy son sobradamente conocidas. No posee la fama rutilante de muchos de los grandes héroes de la guitarra, pero está claro que Robbo siempre fue uno de los grandes.

Musicalmente Brian tira más hacia la onda Thin Lizzy, pero incluso hecha raíces en el blues y el rock and roll clásico más que a la velocidad y a los decibelios de Motörhead. “Diamonds and Dirt” es el disco que siempre le habría apetecido hacer y en el que saca a relucir todas sus influencias. Una obra muy amena, que entra a la primera y en la que toca de cara a las canciones, sin perderse en solos pajilleros ni demostraciones que sólo gustan a guitarristas. Robbo va de cara y ofrece un compendio de temas aptos para todos los públicos y con mucho gancho, aparte de tres versiones de clásicos de los Lizzy.

Encontramos en el elenco de músicos participantes a todo un Ian Haughland (Europe) a la batería, a un colosal Neil Sufdin (MSG) a las voces y a Nalle Pahlsson de Treat al bajo. Excelentes músicos que han accedido a construir este capricho musical del guitarrista. De entrada destacaría el medio tiempo excelso “Texas Wind”, con las seis cuerdas de Robbo muy presentes y protagonistas pero sin perderle el pulso al tema. Gran estribillo y un inicio susurrante de Sufdin apoyado por coros femeninos. Mucho color. Sus influencias blues e incluso sureñas salen a relucir en la southern “Devil in My Soul”. Espectacular que este hombre se atreva con e rock sureño y también salga airoso. Otro momento para lucir habilidades dactilare lo encontramos en “Thats All…!”, con ecos sureños a acústicas y un trabajo excelente por parte del cantante sueco apoyado por la voz de Liny Wood.

Los cortes en los que participó Lynott en su confección son quizá los más interesantes, pero eso no quita que “Diamonds and Dirt”, “Passion” o la citada “Texas Wind” no valgan la pena. La verdad es que en trabajo de composición ha quedado todo intachable. En “Blues Boy” puedes llegar a imaginarte como quedaría el corte con Lynott a las voces. Las ya conocidas “Its Only Money” (del "Nightlife”) y “Running Back” (“Jailbreak”) hay mucho homenaje y respeto. Han quedado muy bien, hasta el punto de que Robbo ha realizado una versión lenta de “Running Back”. Está bien que se haya decidido por temas más oscuros de la discografía Lizzy y no las más recurrentes.

Buen disco de Robbo tras tantas décadas dedicadas a bandas. Finalmente ha destapado el tarro de las esencias y ha demostrado que puede hacerlo y qué le gusta hacer. El resultado es un gran disco de rock clásico con raíces blues y sureñas que se deja escuchar y entra de maravilla. Respetuosas versiones de los Lizzy, Jim White y Frankie Miller y otro buen puñado de temas de su puño y letra que no desentonan para nada, en algunos casos son lo que más luce. El gran secreto ha sido reunir a unos invitados de lujo. Veremos si se atreve a presentar este material en directo. La verdad es que estaría genial. ¡Eso sí, que meta en directo algo de Motörhead!

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Brian Robertson

Discográfica:Steamhammer

Puntuación:7.5

Canciones:

  1. Diamonds And Dirt (Brian Robertson)
  2. Passion (Brian Robertson)
  3. Its Only Money (Phil Lynott)
  4. Mail Box (Frankie Miller)
  5. Running Back (Phil Lynott)
  6. Texas Wind (Brian Robertson)
  7. Devil In My Soul (Brian Robertson)
  8. Do It Till We Drop (Drop It) (Frankie Miller/Jeff Barry/Brian Robertson)
  9. Blues Boy (Brian Robertson/Phil Lynott)
  10. Thats All…! (Brian Robertson)
  11. 10 Miles To Go On A 9 Mile Road (Jim White)
  12. Running Back (Phil Lynott) (Slow Version)
  13. Aint Got No Money (Frankie Miller) (Bonus Track)

Año:2011