Brother Firetribe: Diamond in the Firepit

Un gran disco de rock melódico contemporáneo que evoca el pasado con respeto y buenas ideas.

Seis años han tardado los fineses Brother Firetribe en ofrecernos otra rodaja de hard rock melódico de alta calidad, bajas calorías y sabor añejo. En Suecia y Finlandia hay un entendimiento y conocimiento de las bases musicales del género que no se da en otros países y Brother Firetribe no son más que otro ejemplo de ello. La banda es conocida por el papel de Emppu Vuorinen de Nightwish en sus filas, alejado de la locura neosinfónica que reina en su banda madre. En comparación con aquello, tocar en Brother Firetribe le debe parecer lo que a un pastelero de éxito hacer un croissants de chocolate en el horno de su casa. Pero más allá del aparente simplismo de la música de Brother Firetribe hay un trabajo de arreglos y detalles que no se escapa en absoluto al conoisseur del género. Hay que decir también que la banda se ha alejado del tamiz más glam metal de “False Metal” o “Heart Full of Fire” y con este disco se han lanzado de pleno a la conquista de las pistas de aeróbic de cualquier gimnasio de barrio. Sirva de muestra el single “For Better or For Worse”, todo un ejercicio de pura diabetes en potencia. Desde los coros licuados al máximo hasta el insistente ritmo a 128bpm, nada está por casualidad en las canciones de la banda. Y el resultado es tangible: este verano, durante una visita ociosa a Finlandia pude comprobar de primera mano como las emisoras de radio del país tomaban la canción como rehén en sus listas de programación y no la soltaban bajo ningún concepto. Y lo peor es que, como sucede con HEAT, cuando más escuchas las canciones, más detalles encuentras y más te acaban gustando.

El “tennis metal” al que la banda hace referencia en ocasiones sale a relucir con “Edge of Forever”, de la cual podrías llegar a imaginarte hasta el videoclip en la MTV de 1989, con pelos cardados, plataformas de cromo para Tomppa Nikulainen y sus teclados y Kalle Torniainen y su bateria, barridos de cámara aérea sobre un falso escenario de directo y todas esas cosas tan típicas. La balada “Hanging by a Thread” consigue de manera muy certera retomar el sonido de la típica balada de AOR ochentero, hasta en el sonido de los teclados siguiendo la voz. Y debe ser cosa mía, pero en “Tired of Dreaming” uno escucha influencia del Gary Moore de “Run for Cover” en el riff y melodías.

Seguramente se trata del mejor trabajo de la banda hasta la fecha,s in desmerecer los dos esfuerzos previos. La única crítica podría ser hacia la voz un poco encelofanada de Pekka Ansio, pero teniendo en cuenta las tonalidades altas en las que canta probablemente no tiene mucho remedio. Un gran disco de rock melódico contemporáneo que evoca el pasado con respeto y buenas ideas.