Primal Fear: Delivering The Black

Si gustas de heavy metal originario, de enorme producción, y con la imaginería compositiva destinada a melodías con gancho, aquí tienes un trabajo con el que apostar sobre seguro.

El ser humano tiene una parte claramente mecánica. Unas directrices adoptadas a lo largo de una vida que resume los gustos personales en todos los ámbitos. Y obviamente, en la música, también. Vamos retroalimentándonos de los sonidos que nos produce sentimientos y nos aferramos a ellos para su goce y disfrute. Algunas de esas bandas a las que adoramos, no modifican en demasía sus características. Pero si gusta, gusta, y no hay más vueltas de hoja. Entre todas esas formaciones que siguen fieles a su estilo nos topamos con PRIMAL FEAR. Ellos mantienen desde su primer trabajo unos parámetros que prácticamente se han conservado inamovibles. ¿Y qué? Se les podrá reprochar a los germanos poca capacidad de maniobra, pero cuando comienza a sonar “King For A Day” o “Rebel Faction” (que sí; que suena a JUDAS PRIEST que tira de espaldas), la contundencia que desprenden no entiende de riesgo compositivo ni finezas interpretativas. Esos riffs cortan el aire, esos solos vertiginosos te animan a alzar el puño, y Ralf Scheepers sigue gritando. Y mucho. Esto es heavy metal puro y duro.

“Delivering in Black” es tan predecible como que PRIMAL FEAR pongan un águila en su portada, pero el ritmo machacón y el estribillo de “When Death Comes Knocking” nos inunda de tal manera que nos dedicamos a degustar esos pasajes arábigos antes de buscar las siete diferencias con sus nueve trabajos predecesores. Las guitarras de Magnus Karlsson y Alex Beyrodt en “Alive & On Fire”, la propia “Delivering The Black” o en la contundente “Road To Asylum” amenazan con romperte los tímpanos en cualquier momento. Porque en cuestión fuerza y robustez pocos competidores le salen a PRIMAL FEAR.

No podemos obviar que aunque la banda repita sus esquemas a lo largo de su carrera, han ganado poderío en muchos factores. Calidad en sus canciones no falta, y les hace diferenciarse del gran montante de bandas de su misma estirpe. La épica “One Night In December”, con bastantes partes aceleradas y con uno de los estribillos más mágicos del listado, nos hace comprobar que han hilado fino, y que son capaces de atreverse con un tema largo sin caer en la monotonía y repetición. También hay que citar la leve colaboración de Liv Kristine en la magnífica “Born With A Broken Heart” (los solos de guitarras son espectaculares), pero lo más importante es que Scheepers nos muestra muchas más bondades vocales que sus omnipresentes agudos. Terminan con una trepidante “Inseminoid”; garra y coraje al principio y al final, por si no había quedado bastante claro.

“Delivering in Black” es otro trabajo de PRIMAL FEAR, en la línea de PRIMAL FEAR, con todo lo que eso conlleva. Poco a poco han ido labrándose una carrera destinada a un sector público en concreto, pero sin perder un ápice de autenticidad acompañada de grandes canciones. Si gustas de heavy metal originario, de enorme producción, y con la imaginería compositiva destinada a melodías con gancho, aquí tienes un trabajo con el que apostar sobre seguro.