Lacuna Coil: Delirium

Lacuna Coil necesitaba un golpe de timón y lo han leído perfectamente. Embellecen su sonido y apuestan acertadamente en la contundencia en un disco que supera a las tres anteriores entregas. Temas mucho más atractivos que en directo pueden sonar a gloria con este enfoque más agresivo y que esperemos podamos ver en su gira después de verano. Sus más viejos seguidores estarán de enhorabuena.

Siguen Lacuna Coil con el ritmo de disco cada dos años aunque esta vez hay novedades importantes. Andrea Ferro tira en algunas canciones de guturales y han aprovechado al máximo a su nuevo baterista Ryan Blake Folden para acercarse al death de forma puntual. Que nadie se alarme pues tampoco es un cambio drástico, pero sí han hecho hincapié subrayando las partes más duras. Retazos de Moonspell o Paradise Lost se adivinan a las primeras de cambio. La verdad es que los itálicos necesitaban un pequeño giro musical tras algunos discos a piloto automático y de riesgo cero. Esta vez han estado visitando varios sanatorios mentales en ruinas para inspirarse en el que es quizá su mejor álbum desde “Karmacode”. Y os lo dice alguien que prefiere por encima de todo sus inicios. Hay cierta conexión entre el dolor mental y el terrorismo global al que nos vemos inmersos en las fechas actuales,

La gran sorpresa llega con “The House of Shame”, posiblemente lo mejor del álbum. Ferro borda los guturales y el corte engancha sin dejar de sonar a Lacuna Coil de siempre. Scabbia pone el contrapunto melódico en un corte redondo destinado a hacernos saber que hay ciertos cambios. Mucha contundencia y una aplastante base rítmica por parte del bajo protagonista de Marco Coti-Zelati (también productor y compositor). Dan incluso protagonismo a los solos de guitarra (con guitarristas solistas invitados para la ocasión), algo que solía ser descartado en sus inicios. Gran inicio en “Broken Things” con una contundencia muy marcada pero haciendo gala de una melodía exquisita por parte de la vocalista transalpina. Quizá en general esta vez Andrea Ferro tiene muchas más partes vocales que en las anteriores entregas. “Delirium” suena como el fan espera. Combinación vocal en terrenos de medio tiempo y ofreciendo lo que uno espera en poco más de tres minutos. En “Blood, Tears, Dust” juegan con los samplers rematando con una preciosa línea vocal.

“Downfall” peca de seguir a pies juntillas la fórmula habitual, con Scabbia cantando el grueso del tema y con Myles Kennedy (Alter Bridge y Slash) sumándose en el solo de guitarra. Devuelve aquí el gran vocalista la mano que les echó la italiana. “Take Me Home” sigue el camino marcado con una intro tétrica y un estribillo algo machacón basado en una canción infantil que conecta perfectamente con los sanatorios visitados como fuente de inspiración. En “Ghost in the Mist” asumen más riesgos sonando más contundentes y agresivos que nunca. Excelente… Definitivamente me quedo cuando tiran de retazos death metaleros puntuales. Las orquestaciones quedan perfectas ante ese intrincado patrón de bombo en el inicio de “My Demons”. Puede que la relación anterior con los productores de Korn, Bullet for My Valentine o Papa Roach haya calado en Marco Coti-Zelati en tareas compositivas dándoles un aire muy diferente y atractivo. Cierran con “Ultima Ratio” con un Andrea Ferro espectacular y unos detalles de bombo tremendos. Un corte que resume el cambio de sonido del disco.

Puede que nos vendan que Lacuna Coil se han pasado al death con “Delirium”, pero no sería del todo correcto. Han subrayado las partes más agresivas pero el combo sigue ofreciendo lo que siempre se les ha dado mejor. En el fondo no hay grandes cambios. Lacuna Coil necesitaba un golpe de timón y lo han leído perfectamente. Embellecen su sonido y apuestan acertadamente en la contundencia en un disco que supera a las tres anteriores entregas. Temas mucho más atractivos que en directo pueden sonar a gloria con este enfoque más agresivo y que esperemos podamos ver en su gira después de verano. Sus más viejos seguidores estarán de enhorabuena.