Dekta: Dekta

DEKTA ofrecen una propuesta interesante en lo visual y en lo musical, aunque deben terminar de hacer la transición entre grupo de tributo a banda propia separando mejor lo que ofrece cada grupo. Buenas canciones, riffs e ideas tienen de sobra.

DEKTA son una banda de Barcelona que es de todo menos ‘nueva’. Los miembros de DEKTA vienen todos de otras formaciones del underground barcelonés de la última década y media y además comparten una banda tributo al metal alternativo y noventero llamada COVER INC. DEKTA es un proyecto iniciado en el año 2015 para dar salida a las composiciones propias que se iban agolpando en el local de ensayo, unas composiciones propias que evidentemente andan en la onda de aquello que homenajeaban con COVER INC: Slipknot, System of a Down, Disturbed y demás bandas de metal americano contemporáneo. No es ninguna sorpresa que el grupo opte por presentarse en sociedad con unas tenebrosas máscaras y monos de trabajo rojos, en evidente guiño a Slipknot. Está claro que no han inventado nada y que lo que hacen es una extensión de lo que llevan a cabo como banda tributo pero no andan desencaminados en el hecho de aportar un componente estético a la música que hacen: a nivel local o nacional, pocas bandas del estilo acompañan su propuesta de elementos visuales. En el futuro, no obstante, sería bueno que buscasen algo más propio y que les identifique de manera más exclusiva, para sacudirse el sambenito de “imitadores de”.

Lo que nos presentan en su primer disco de estudio es una mezcla de guitarras brutotas, melodías melosas y ritmos atropellados que dan buena cuenta de los talentos de la base rítmica formada por Billy y Rust. Su sonido tiene más de aperturista que el de muchas de las bandas de las que beben: pasajes como el estribillo de “The Same Lies” son puro pop, aunque el riff endiablado vuelve a recordar a Slipknot irremediablemente. En otras como “A New Age” tiran por derroteros más cercanos al hard rock moderno de Alter Bridge, mientras que “My Paradise” o “Look into My Eyes” recuerdan insistentemente a unos Machine Head en el riff de Lester y Randy.

El disco tiene un sonido contundente pero a las guitarras les falta algo de chicha en las partes más distorsionadas. Falta ese pequeño puñetazo en el estómago en los riffs, aunque lo compensan con el bombo omnipresente de Rust. Un batería que, como demuestra en la enorme “Bloody Land”, que cierra el disco, tiene recursos de sobra.

En el terreno vocal, la voz de Cubitus es especialmente versátil dentro del terreno melódico pero también en las partes más viscerales. Las guturales le quedan encantadoras, como para invitarlo a la cena de navidad en casa de tu abuela.

DEKTA ofrecen una propuesta interesante en lo visual y en lo musical, aunque deben terminar de hacer la transición entre grupo de tributo a banda propia separando mejor lo que ofrece cada grupo. Buenas canciones, riffs e ideas tienen de sobra.