Deidre: DEIDRE

Pocas veces nos llega una maqueta con una presentación tan espectacular y profesional como la que nos han hecho llegar este trío madrileño. Tanto su web, como libreto y presentación son de auténtico lujo. Deidre nacen en la Capital a mediados de 1999, de las cenizas de otras bandas. Tras un cambio de nombre deciden poner rumbo a su banda bajo el nombre con el que titulan a esta maqueta que reseñamos a continuación.

Resulta bastante difícil catalogar el sonido de Deidre ya que tanto ellos como quién suscribe estas líneas encuentran muchas influencias tan dispares como presentes. Quizás encontraríamos algún parecido claro en la escena alternativa del Seattle de los noventa como Alice In Chains o los Blind Melon, pero afortunadamente van más allá de la simple y burda copia. Se instalan cómodamente en los medios tiempos con cadencias algo hipnóticas, y sobresalen especialmente en “El tratado del lobo”. Esa influencia de Herman Hesse y su Steppenwolf (el libro, que no la banda) son un tema muy recurrente en muchas de las bandas actuales, lo cual es ya indicador de que existen más libros que el sr. de los anillos. Hace años que parecía que los heavies sólo sabían de la existencia de ese libro… Su música es apta para los públicos, con un toque triste impregnado tanto por letras como por sus mismas composiciones. La producción es envidiable (siendo una maqueta), lo cual permite apreciar perfectamente todos los instrumentos y coros con los que construyen su obra. En “Deidre” meten algún que otro pasaje metalero y contundente que les que da francamente bien rompiendo con el ritmo inicial del corte. “Valhalla”, aún pareciendo sencilla, es una balada que logra una épica y unos punteados que combinan perfectamente con la voz de Fernando Galindo. El piano termina de darle el toque melancólico y triste que tan bien acompaña a la temática del corte. Sus composiciones son elaboradas y gozan de un minutaje superior a los cinco minutos con el que desarrollar sus ideas. En “Hetaria” atacan con sus cadencias hipnóticas y una escala con un toque oriental. Pese a ser sólo tres músicos llenan bien sus composiciones y en ningún momento dan sensación de pobreza o de espacios vacíos.

Se hace difícil encasillarlos dentro de un estilo en concreto, y quizás esto es lo mejor que le puede pasar a una banda, pues la originalidad va buscada en estos tiempos que corren. El trabajo mostrado en la maqueta ya es más que suficiente para que puedan encontrar sello, pero quizás deberían ir a buscar un single capaz de hacer el “ruido” suficiente para que se fijen en ellos. Pese a que eso implique ir algo en contra de lo mostrado en su interesante maqueta.