Queensrÿche: Dedicated to Chaos

Bueno… que te toque criticar un disco de Queensryche a estas alturas… no es algo realmente agradable, y más cuando eres fan de los de Seattle. Hace ya muchos años que las musas abandonaron a esta gente, y eso duele si tenemos en cuenta que esta gente ha grabado obras maestras, pero también ladrillos. Estaba cantado que “Dedicated to Chaos” iba a ser otro ladrillo para el muro y tras varias escuchas todo se confirma, y eso que soy de los que vieron en su último disco buenos momentos (casi nadie los vio). El caso es que la banda sigue sonando a Queensryche, mantienen sus credenciales e intentan desarrollos interesantes… pero nada. No hay temas para el recuerdo ni momentos emocionantes. Nada, perdidos en combate.

La producción es perfecta, el digipack excelente y todo está cuidado. Incluso brilla el saxo de Tate en momentos puntuales, así como la gran batería de Rockenfield, pero olvidaros de cualquier atisbo hímnico. Podemos salvar de la quema “Get Started”. La inclusión de bases programadas y efectos no está mal, pero a lo largo de 16 cortes termina por hartar. “Hot Spot Junkie” mantiene el tipo hablándonos de las nuevas tecnologías con algunos efectos modernillos. “LuvnU” (bonita carencia rítmica) también posee algo de duende, pero todo queda tapado debido a 16 temas a medio tiempo y sin estribillos ganchosos.

Funciona bastante bien “At the Edge” con fragmentos atmosféricos y un estribillo reconocible, que ya es mucho. En “Got It Bad” descolocan con un sitar y bases programadas. Una lástima pues Tate sigue cantando como los ángeles. También hay mucho piano, percusiones acertadas e incluso buenas bases rítmicas, pero vaya, que no funciona. El riff de “Around the World” promete, pero en eso se queda. “Broken” es el inmejorable ejemplo del despiste caótico en el que se ha instalado esta gente. Ladrillo y de los que no se rompen. Sigue la misma suerte “Hard Times”, un título que define perfectamente lo que le pasa a esta gente.

Duele ver y oír que esta banda va sacando discos sin ángel alguno. Grandes instrumentistas, un vocalista de leyenda y creadores de algunos de los mejores discos de la historia del metal progresivo. ¿Dónde ha ido la inspiración? Está claro que se largó de Seattle hace ya muchos años. Ya han explotado la fórmula del “Operation Mindcrime parte 2”, así que poco queda. Sigo esperando que algún día vuelvan a sacar un disco a la altura de la leyenda pero, de momento, sólo queda lamentarse.