Sodom: Decision Day

Ajenos a las modas y el paso del tiempo, los incombustibles germanos SODOM prosiguen con su particular cruzada y tras 15 discos no muestran signos de debilidad ni duda alguna, más bien todo lo contrario; a tenor de lo escuchado en este “Decision Day” y habiéndoles visto recientemente en directo, tenemos SODOM para rato.

Si bien es cierto que los últimos trabajos de Tom Angelripper y los suyos no serán los más recordados ni probablemente los más inspirados, la banda germana por lo menos ha sabido y logrado mantener un nivel lo suficientemente alto con cada nuevo lanzamiento como para poder proseguir con su carrera con la cabeza bien alta y las credenciales intactas a diferencia de tantas y tantas bandas que traicionaron sus principios, naturaleza y base de seguidores con tumbos innecesarios y experimentos aborrecibles. Gustarán más o menos los discos recientes de SODOM, pero lo que es innegable es que la banda de Tom sigue enmarcada dentro del género Thrash más puro e impío que se puede encontrar hoy en día.

A falta de contar con la perspectiva que da el tiempo y las escuchas, todo parece indicar que “Decision Day” es probablemente el disco más inspirado de SODOM desde “M-16”, superando al melódico (aunque interesante) “Sodom” y por supuesto mucho más atractivo que los algo sosos “In War and Pieces” y sobretodo “Epitome of Torture”.

Pese a ser en líneas generales un trabajo realmente agresivo, lo bueno de “Decision Day” es que dado su abundante metraje (55 minutos, quizá excesivo) aquí llueve a gustos de todo y podrás encontrar guiños a todas las épocas del grupo, desde los viejos y salvajes días de “Persecution Mania” o “Agent Orange” hasta sus trabajos más melódicos y pegadizos como “Better off Dead” o “Sodom”, pasando por los SODOM más brutos de “Tapping the Vein” o “Code Red”.

Muchos han sido los que han criticado a SODOM en los últimos tiempos por domesticar su sonido, no sin cierta falta de razón. A todos ellos, solo puedo invitarles a escuchar “In Retribution” (calcadita a “Agent Orange”, por cierto), “Belligerance” o “Blood Lions” para mostrarles de lo que son capaces estos cincuentones tras 15 discos de estudio y prácticamente sin desmelenarse.

Toda la banda roza un muy alto nivel, tanto el recién llegado Maka quién lleva a cabo una lección magistral de Thrash Metal que todo batería debería ojear, así como el viejo Bernemann quién ha ido introduciendo nuevos elementos algo más musicales y melódicos en su repertorio creando así un estilo muy personal y particular. Mención a parte merece Tom Angelripper quién creo que canta en “Decision Day” mucho mejor de lo que lo ha hecho en años, recuperando el timbre que poseía a finales de los 80 y que se había ido perdiendo por el camino.

Seguramente no sea éste un disco para introducirse en el universo de SODOM, para eso ya están sus viejos y archiconocidos clásicos. Háganse acopio de él los acérrimos del grupo, por supuesto, y aquellos que quizá perdieron la fé en el combo de Gelsenkirchen tras unos años un tanto erráticos y poco acertados.