Clockwork: Dawn for a New Breed

Hay momentos en la vida de una persona, donde se decide dar un cambio de aires para seguir adelante. Eso fue seguramente lo que le pasó a Javi García hace dos años, cuando tras dejar SOZIEDAD ALKHOLIKA se fue a vivir a Hamburgo para continuar allí su carrera musical, ampliando horizontes. Meses después, en verano de 2010, nace su grupo actual, CLOCKWORK, tras contactar con el cantante Rown Houland (INFERNOISE, SUPRA), el batería Albaro Alonso (IDI BIHOTZ) y Dani Miranda ‘Patxi’ en el puesto de bajo (KOP). Todo parecería la génesis normal de una banda si no fuera porque a la peculiaridad de que uno esté en Alemania, los otros tres se reparten entre Madrid, Bilbao y Barcelona. Pablo Tello (EXODIA) sería el último en incorporarse, tras la grabación de este debut.

Las tecnologías tienen sus cosas malas, pero también otras muy buenas, impensables hace años. Así, el grupo empieza a grabar cosas por sus propios medios de cara a componer material propio para lo que nos presentan ahora; el resultado es este EP, ‘Dawn for a New Breed’. Un año después de su formación están preparados para ello, y solo un dato negativo: uno se queda con ganas de más después de escucharlo, de mucho más. CLOCKWORK simplemente ha plantado la semilla de lo que promete florecer de aquí a no mucho. Sus patrones están claros: metal puro y duro, bebiendo de influencias thrasher clásicas, pasadas por el filtro del tiempo, como tantos grupos han sabido acoplar para bien los últimos años. Para todo ello han acudido a Gorka Dresbaj, encargado de la producción junto al propio Javi.

Habrá gente que se pregunte qué sentido tiene ‘Hate Mantra’, una intro que acompaña a los cinco temas que aquí encontramos. Tiene su lógica, ya que refleja tanto el nacimiento del grupo, como de la propia raza que refleja el título del trabajo, que enlaza (y explota) directamente con un trallazo llamado ‘Everything Burns’. Las composiciones de Javi distan mucho de lo que se podría pensar de él por estos últimos años; en cierto modo, parece liberado creativamente para moverse por los terrenos (acelerados) que él quiera, y desde este primer corte el grupo se muestra muy dinámico. Paralelamente, se puede aplicar casi lo mismo a la voz de Rown, mucho más completa que en grupos anteriores. Hablando claro y de manera simple: hace lo que quiere cuando quiere. Cambia de gutural a melódico (no el estereotipo fácil que se tiene hoy en día de él) pasando por rasgado como si nada. Uno se queda pensando si solo con estos cinco temas han conseguido mejorar casi todo el trabajo hecho en el pasado… sin desmerecer este, en absoluto.

Los mejores ejemplos de estos puntos se aprecian en la ya citada y en ‘Trial and Error’, con unos cambios de ritmo bruscos (para bien) y unos riffs bastante pegadizos, cuyo ritmo se te queda grabado con un par de escuchas; los solos, sean de los invitados o no, se muestran como algo fundamental dentro de la banda. Precisamente es este el tema el que se pudo ver en youtube con Javi y Pablo tocándolo, cada uno en su residencia, y alternando planos; una manera distinta de mostrar adelantos, que en el fondo se agradece, más que el simple corte con una foto o portada de un álbum. En él colabora Andoni García de PHTHISIS, y es que se han sabido acompañar de amigos y colaboraciones más que destacadas. Sin ir más lejos, y por el lado internacional, tenemos a Mitch Harris de NAPALM DEATH aportando voz y Ryan Knight de THE BLACK DHALIA MURDER haciendo el solo de ‘Mandatory’, de largo la canción más agresiva aquí presente, llena de muy mala leche, a la par que sus pausas la dotan de cierta atmósfera oscura y decadente.

En las otras dos, los nombres que aparecen nos resultan más cercanos. En ‘One Last Fight’, single con su videoclip correspondiente, hace acto de presencia Davish, de ANGELUS APATRIDA, con un solo marca de la casa.Y precisamente son las imágenes del vídeo reflejo de lo que transmiten; en muchos momentos esto parece un puñetazo en la cara, con Albaro marcando un ritmo acelerado con su doble bombo y Rown erigiéndose como protagonista absoluto, moldeando la voz a su antojo. Para cerrar tenemos ‘Evil Grin’, donde Alberto Marín de HAMLET es el encargado del tercer solo invitado de ‘Dawn for a New Breed’, sencillamente espectacular, en otro corte que juega a los cambios de velocidad en muchos de sus tramos, pero que parece hecho expresamente para el lucimiento de dicho solo; seguramente es el que más recuerde a la vieja escuela.

Lo dicho líneas más arriba: esto es solo el principio. CLOCKWORK tienen elementos de sobra para llegar muy arriba, y tienen ya gran parte del camino recorrido, porque no son nuevos en esto. A poca suerte que tengan, su aceptación será enorme (ya levantaban muchas expectativas aún sin haber sacado nada); y no solamente en territorio nacional…