Yao!: Mide Tu Pico

Tres años después de la publicación de ‘2k18’, su primer LP, la banda bizkaitarra Yao! redobla su apuesta con ‘Mide Tu Pico’, un trabajo con un sonido más contundente y elaborado que su predecesor pero con el mismo tono combativo

Yao! nace fruto de la confluencia de músicos con una larga trayectoria en la escena rock vasca en bandas como Tajo y del que fuera miembro del grupo de rap bilbaíno TGV, Gonzalo Yao (antes Gonzalo Mafia). El hecho de que este último sea el cantante y autor de las letras confiere a las creaciones de Yao! de un estilo personal y reconocible que se resiste a encasillarse bajo la etiqueta de rap metal porque sus influencias van desde Leño hasta Rage Against The Machine pasando por Black Sabbath o Kase.O.

Lo bueno si breve…

En tan solo 28 minutos repartidos en siete composiciones Yao! despliega un extenso abanico de recursos, siempre al servicio de lo que quieren contar, que hace honor a la calidad como instrumentistas de sus integrantes, capaces de fluir de los ritmos más pesados al funk, coloreándolo con matices de jazz o cabalgando por riffs propios del rock de los setenta.

Si se han tomado su tiempo entre su obra anterior y ‘Mide Tu Pico’ ha sido para cuidar hasta el extremo una producción que ha corrido a cargo de Aitor Abio, ex-integrante de los míticos Pi L.T. y, en la actualidad, en las filas del grupo barakaldés Revolta Permanent.

La batería de Carlos Toro y el bajo de Iván Gómez conforman una base rítmica contundente cuando es necesario pero también sutil, elegante y hasta delicada en los momentos que así lo requieren las composiciones. Parecido ocurre con las guitarras de Unai Gómez y Unai Otsoa, que lo mismo se descuelgan con elaborados riffs, que se muestran como un bloque de cemento en los temas más duros, o aportan la nota o el acorde precisos en un arreglo. Las letras de Gonzalo Yao, brillantes y ricas en figuras literarias, empastan, además, a la perfección con el conjunto en lo que a cadencia se refiere. Algo que se adivina trabajado a conciencia.

Espíritu de lucha

El disco se abre con “Mide Tu Pico”, el tema que le da nombre y que es toda una declaración de intenciones. Un alegato contra la alienación que arranca con fragmentos sampleados del discurso final de la película “El Gran Dictador” sobre una base musical de peso. Este ejercicio da pie a la voz inconfundible de Gonzalo Yao que ha ganado en matices y carácter desde su anterior trabajo y que frasea con agresividad un texto que no deja títere con cabeza. El tema explota como una bomba de relojería gracias a un eficaz cambio de ritmo en el estribillo.

“Mendekua!” es el primer single del lp. Una composición compleja con arreglos de guitarra muy cuidados que van de riffs más thrasers a puro funk metal y en la que mezclan textos en castellano con algunos versos en euskera que por momentos recuerdan incluso a Negu Gorriak o, de manera más lejana, a los olvidados Danba. “Mendekua!” habla sobre el cambio climático y la venganza de la tierra contra el ser humano.

“No Me Da La Vida” baja en decibelios aunque no en espíritu reivindicativo. Una base funky con un guitarreo más setentero que los temas anteriores y una melodía con mucho flow hacen que hasta el más muerto mueva alguna parte del cuerpo mientras escucha el tema. En la parte central toma aire con una breve y acertada sección instrumental con reminiscencias de Deep Purple.

Un arranque jazzy conducido con elegancia por el batería Carlos Toro abre “Un Día Mejor” hasta que las guitarras distorsionadas toman el mando y conducen la pieza a ritmos de rock. La voz de Gonzalo se aleja de las cadencias más netamente raperas en un tema de optimismo descreído en el que la disociación entre el contenido del texto y los sonidos graves juegan muy a favor de obra.

La canción antifascista “Pollos” es, según nos contó la banda en esta entrevista, la que les costó más trabajo redondear por lo barroco de los riffs y por el compás de la voz en el que casi no hay opción para tomar aliento hasta el estribillo. Toda esa labor de orfebrería da fruto. Es un temazo.

“L.A. 48930” se arma desde la base de bajo y batería hasta explotar en un ritmo funk que invita a darlo todo bailando mientras Gonzalo rapea sobre las miserias de la margen derecha de la ría del Nervión. El símil cargado de ironía entre Los Ángeles y Las Arenas (Getxo) es una muestra más del talento del letrista.

En la estela musical del tema anterior, “Puro Paripé”, la canción que cierra el disco, arremete contra los influencers con un texto excepcional que arroja versos como “Chico para el carro que tanta purpurina no te deja ver el barro”. El tema se sostiene con solidez sobre la línea de bajo del versátil Iván Gómez y, una vez más, los arreglos de guitarra dan muestra del mimo con el que está construido este trabajo.