La banda de Peter Tägtgren rompe un silencio discográfico de ocho años con un impecable trabajo repleto de conspiraciones alienígenas.

Ocho años tal vez sean demasiados para publicar un nuevo disco, pero no para el inquieto Peter Tägtgren. Durante estos últimos ocho años, el guitarrista, vocalista, compositor y productor sueco estuvo inmerso en un proyecto musical en el que colaboraba con Till Lindemann (Rammstein), publicó un disco con Pain, su banda (de la cual actualmente él es el único miembro) de metal industrial, y se encargó de la producción en los discos de, entre otros, Sabaton o Dynazty.

Así pues, ha llegado el momento de recibir un nuevo trabajo de su banda principal, Hypocrisy, una banda forjada al calor del death metal old school de Florida, pero que pronto arrimó su sardina al ascua del floreciente death metal melódico de Gotemburgo. Publicado por el sello germano Nuclear Blast, ‘Worship’ está compuesto por once temas con una duración media de casi cinco minutos y una duración total de algo más de cincuenta.

Este trabajo presenta una estructura muy equilibrada entre temas rápidos y contundentes y medios tiempos sinfónicos en los que se percibe una lejana presencia de teclados, y se puede decir que va de menos a más. Dicho en otras palabras, contrariamente a lo que se suele hacer en la mayor parte de publicaciones musicales del mundo, y a juicio de este humilde redactor, los mejores temas de este disco se encuentran al final del mismo y no al principio. Para nada esto quiere decir que la primera mitad de ‘Worship’ sea mala ni mediocre. En absoluto. Simplemente que, según parece, el señor Tägtgren ha hecho un ejercicio de epicureísmo musical reservando lo mejor para el final.

Para acabar este comentario general, diremos que el sonido ha sido cuidado al máximo detalle por el propio Tägtgren, que se ha encargado también, como corresponde a alguien con sus tablas y como ha venido haciendo en todos los anteriores trabajos de la banda, de la parte técnica. Resumiendo, este nuevo disco de Hypocrisy suena contundente pero no pesado, crudo pero no sucio, ágil pero no histérico, y además posee unas cuidadas atmósferas sin llegar al límite de la paranoia.

Están entre nosotros

El disco empieza con una melodía de guitarra, no especialmente desarrollada, pero con una buena dosis de epicidad. “Worship” es un tema de desarrollo lento, pero dotado de una velocidad endiablada que lo transforma en una muy buena manera de iniciar la escucha de este trabajo. En “Chemical Whore”, segundo tema de ‘Worship’ y primero de sus dos adelantos, podemos ver la otra de las vertientes de estos Hypocrisy de 2021. “Chemical Whore” es un medio tiempo muy melódico con dobles guitarras. Es también una muy buena elección como primer single del disco.

A lo largo de los cincuenta minutos de duración de ‘Worship’ se suceden temas de ambas tipologías, esto es, temas rápidos como “Dead World” o “Another Day”, menos melódicos y más inspirados en la old school del estado de Florida, de la que Tägtgren es tan deudor, y temas más focalizados en las atmósferas y las armonías, como “We’re The Walking Dead”, un corte lento, épico y majestuoso, o “Children Of The Grey”, que combina a la perfección las dosis justas de melancolía y crudeza, de rugidos guitarreros y de punteos limpios. Muy interesante es también su solo de guitarra, que, sin ser una prodigiosa exhibición técnica, es con diferencia el mejor del disco.

Hacia el final del álbum encontramos “Bug In The Net” y “Gods Of The Underground”, otra muestra de esta doble tipología musical, y que a su vez ponen la guinda a un pastel ya de por sí cocinado con una enorme maestría.

La experiencia es un grado

Podemos entender, en un alarde de pensamiento metafísico, que este nuevo trabajo de Hypocrisy es la consecución de un montón de experiencias llevadas a cabo por sus componentes (por uno en especial) a lo largo de los años. En ‘Worship’ podemos ver la mano de Peter Tägtgren como una especie de ser omnipresente, omnipotente y omnisciente que se desenvuelve en todos, absolutamente todos los aspectos y procesos cuyo resultado es este ‘Worship’ que estamos analizando en estas líneas.

No obstante, en pos de un lenguaje algo más mundano, diremos que en pocas ocasiones uno se encuentra un disco tan bien compuesto, tocado, grabado, y mezclado. Todo en ‘Worship’ rezuma ese aroma a trabajo impecable, equilibrado y sin titubeo alguno que tan agradable resulta para el aficionado. Tenemos, pues, un aventajado candidato a disco del año.

Franz S. Heiligen

Grupo:Hypocrisy

Discográfica:Nuclear Blast Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. Worship (4:43)
  2. Chemical Whore (5:19)
  3. Greedy Bastards (4:03)
  4. Dead World
  5. We’re The Walking Dead
  6. Brotherhood Of The Serpent
  7. Children Of The Gray
  8. Another Day
  9. They Will Arrive
  10. Big In The Net
  11. Gods Of The Underground

Año:2021-11-26