Vitriol: To Bathe From The Throat Of Cowardice

La brutalidad tiene un nuevo nombre: Vitriol. Su álbum debut, 'To Bathe From The Throat Of Cowardice Buy', es un regalo para los amantes del death más extremo, que verán satisfecha su necesidad de tralla sin descanso con sus 10 violentas canciones.

Vitriol no es una banda para todos los oídos, ni de lejos. Su death con toques black es tan desmesuradamente extremo, que su álbum ‘To Bathe From The Throat Of Cowardice Buy’, apenas da tregua. Compuesto por 10 canciones, es una dosis de violencia y brutalidad sonora de principio a fin. Abanderados por Century Media, esta banda de Oregón está compuesta por Kyle Rasmussen (voz y guitarra), Adam Roethlisberger (voz y najo), Mike Ashton (guitarra) y Scott Walker (batería).

Puro death extremo con Vitriol

No cabe duda que la tarea de Vitriol interpretando una música tan extrema no es sencilla. Las capacidades técnicas de la banda destacan especialmente por los cambios de ritmo, la brutalidad vocal y todas sus capacidades dentro del estilo, una batería absolutamente incombustible y unas guitarras que aportan un pequeño aporte melódico. Comienzan sin piedad con «The Parting of a Neck», que muestra la brutalidad de la banda desde el primer segundo.

sin ningún tipo de tregua. Tanto esta canción como la segunda, «Crowned in Retaliation», muestran algunos momentos con cambios rítmicos que suponen un pequeño respiro a la brutalidad de su estilo. También se puede ir apreciando la capacidad vocal que poseen, que no pasa en absoluto desapercibida.

En el caso de la tercera canción, «Legacy of Contempt», aquí sí que no hay respiro ni tregua alguna. En algunos momentos destaca más la voz y otros son más instrumentales, pero la melodía brilla por su ausencia, es death extremo puro y duro. Sucede algo similar con «I Drown Nightly», pero ya cuenta con un tempo más lento y un estilo más pesado, dejando atrás la adrenalina constante, que aparece por momentos con ciertos tintes de black. Los constantes cambios rítmicos de la canción y su acelerado solo de guitarra la convierten en una de las más distintivas del álbum. Continúan con «The Rope Calls You Brother», que tiene una velocidad que se pasa de rosca. Es realmente llamativa la capacidad del batería de la banda, que soporta esa velocidad extrema durante toda la canción con algunos sencillos cambios rítmicos de por medio.

Brutalidad, violencia y adrenalina

La segunda mitad de este violento álbum no es muy distinta de la primera. Prevalece, por encima de todo, la velocidad y la brutalidad. «A Gentle Gift» sigue la misma línea, con una velocidad incombustible, una voz oscura y con un registro realmente logrado, guitarras afiladas con pequeños detalles melódicos y una adrenalina incansable. A pesar de los cambios rítmicos, continúan con la velocidad por bandera, sin perder fuerza en ningún momento. En el caso de «Violence, a Worthy Truth», existe una mayor pesadez y una velocidad ligeramente menor, aunque continúa siendo una de las características más destacadas pero en menor medida. Es una de las canciones menos extremas del álbum, aunque sin perder su esencia violenta plagada de brutalidad.

La canción que llega a continuación, «Victim», ya retoma esa velocidad incansable y deja en un segundo plano las variaciones rítmicas, centrándose en una crudeza más sencilla y directa. Va directamente al grano sin grandes sorpresas, pero con una velocidad sorprendente. El álbum se despide con las canciones «Hive Lungs» y «Pain Will Define Their Death». En el caso de la primera, la brutalidad es tan extrema que pondría los pelos de punta a cualquier aficionado al death más crudo y oscuro con su sonido tan directo y violento.

Se trata, probablemente, de la canción más destacable del álbum a nivel estilístico y técnico. EL tema que despide el álbum «Pain Will Define Their Death», es un pepino de casi 7 minutos de duración en el que no hay respiro. Su aura totalmente oscura y agresiva es el mejor final posible para un álbum que no pasará desapercibido en la escena del death extremo.