Tremonti: Marching In Time

De un tiempo a esta parte, los seguidores de Alter Bridge se han ido acostumbrando a las entregas de otros proyectos de los miembros de la banda estadounidense.

Si hace unos pocos meses su vocalista Myles Kennedy sorprendía con la segunda entrega bajo su nombre titulada ‘The Ides Of March’ – un conseguido y personal conglomerado de folk, blues y rock- ahora es el guitarrista Mark Tremonti quien despacha el quinto álbum de su banda Tremonti.

Como muchos otros trabajos de los últimos meses, ‘Marching In Time’ es fruto de los largos y desesperados meses de la pandemia. Es también el primero desde su disco conceptual ‘A Dying Machine’ y como era de esperar, sigue manteniendo ese sello personal musicalmente hablando.

Comienzo prometedor

Tremonti es la vía de escape del guitarrista de Detroit, y es donde deja espacio para sus riffs más machacantes y metálicos. Es más que conocida su pasión por el thrash metal, aunque nunca llegue de forma constante a tales extremos, pero siempre abre una ventana a la contundencia mucho más amplia que en su banda principal. El tema de apertura, «A World Away», es un claro ejemplo de todo esto y una acertada elección para introducir al oyente en esta nueva entrega. Asimismo, se percibe una mejora a nivel vocal del propio Tremonti, aunque nunca le resta protagonismo a la hilaridad sónica de la canción.

“If Not For You” y “Now And Forever” son menos aceleradas, pero no pierde ese punto de intensidad que entra en conexión con las melodías vocales limpias que se convierten en marca de la casa. Con estas tres primeras canciones, la impresión de ‘Marching In Time’ es soberbia, pero mantener ese ritmo en todo el disco no es tarea fácil, aunque vuelva a golpear con la rapidez de “Thrown Further”. Todas las canciones que le suceden tienen más elementos positivos que negativos, pero en su conjunto no poseen el punch necesario para igualar sus anteriores obras.

La balanza en equilibrio

Es inevitable que en los trabajo de Tremonti el guitarrista se muestre más grandilocuente que en Alter Bridge. Es su banda, y su técnica es parte de su sello. El batería Ryan Bennett, el bajista Tanner Keegan y el guitarra rítmico Eric Friedmann lo acompañan a la perfección en la contundencia de “Let That Be Us”,  y también doblegan su fiereza en «The Last One of Us», con una guitarras fueras de distorsión en varios trayectos. Nada suena mal, ninguna pieza está fuera del puzle, pero poco a poco el disco va quedando plano.

La lírica un tanto siniestra de «In One Piece» y el contrapunto con la luminosidad de las frases de «Not Afraid to Lose» entretienen bastante, pero el frenético ritmo de su inicio hace tiempo que mermó, a pesar de que su musicalidad de mantiene a un nivel más que digno. Son canciones que muchos grupos matarían por firmar, pero los seguidores de Tremonti son muchos más exigentes cuando se echa la vista atrás para recordar toda su producción.

Con «Bleak», «Under The Sun» y «Would You Kill» mantiene el tipo, e incluso se atreve a romper los cánones del metal alternativo con algunos riffs un tanto retorcidos, pero no terminan de convencer y de redondear las canciones. El álbum finaliza con el tema título en el que durante sus siete minutos, Tremonti cuenta la (su) historia de un hombre que se convierte en padre durante esta pasada pandemia. La letra es muy conmovedora, pero la música está un escalón por debajo de lo que se espera y sin dejarnos con mal sabor de boca, no es la culminación definitiva para  volcar la balanza a su favor.

Hay que insistir en que ‘Marching In Time’ no es un mal trabajo ni una mancha negra en la trayectoria de Mark Tremonti, pero no es su álbum más inspirado. Quién sabe si la falta de actividad en directo o la pesadumbre generaliza en estos tiempos locos han hecho mella en su composición. En muchas ocasiones enseña los dientes, pero le ha faltado dar el bocado final.