Toundra: Das Cabinet des Dr. Caligari

Qué grandísimo reto es enfrentarte a lago que nunca habías hecho antes, en mi caso analizar una banda sonora. Aunque es para reírse si se piensa en el reto que Toundra asumió al abordar este trabajo, cuando Café Kino les propuso poner música a un mito del cine alemán como es El gabinete del doctor Caligari.

Este trabajo no puede considerarse como un nuevo disco de Toundra, sino como una banda sonora que forma parte de una obra audiovisual. Afortunadamente, asistí el pasado 8 de mayo de 2019 a los cines Capitol para presenciar la proyección de esta película en la que Toundra tuvo la responsabilidad de acompañarla tocando la banda sonora en directo. En un primer momento tenía la idea de prestar más atención a ellos tocando que a la película, pero a medida que iban pasando las escenas, la música de Toundra iba haciendo que te metieras más y más en la película.

Lo hicieron tan bien que consiguieron que la película te atrapase por completo, y acabaras hipnotizado como el personaje de Cesare. Conseguir que el público se enganche a la película aún más con tu música, es el mayor éxito que se puede alcanzar con una banda sonora. El disco tiene, igualmente, identidad propia, pero si se escucha sin ver la película no se puede disfrutar por completo de esta obra audiovisual.

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En este caso, la música debe ir unida a las imágenes, porque ha sido compuesta siendo muy fieles a las características de las escenas, y acompaña de forma muy efectiva al espectador, reforzando en los momentos oportunos la sensación de delirio y de ansiedad que transmite la historia que el pobre personaje de Francis va narrando sobre el Dr. Caligari. Las siete piezas en las que se compone el disco, corresponden con los seis actos en los que se estructura la película y la parte del inicio en los que aparecen los créditos.

Entre los actos segundo y tercero se percibe que bajan la intensidad de las guitarras eléctricas que son mucho más sutiles y tienen una tonalidad más delicada, a la vez que le dan a cada nota aire y espacio para ser ejecutada sin prisas, muy acorde con los tiempos que les marca el ritmo de la película. Esto contrasta con el uso de un grave piano para añadir más dramatismo, por ejemplo, a una escena de muerte.

El sello de Toundra

Las guitarras siguen teniendo esa atmósfera que es el sello inconfundible de Toundra, pero es la percusión la que acelera el ritmo y aporta ese toque repetitivo en las escenas de momentos de estrés más álgidos o una nota de teclado mantenida en el tiempo es la que consigue provocar la tensión adecuada en el espectador en el momento preciso. Cada detalle está calculado y medido a la perfección pautado con claqueta, para que todo vaya cronometrado con la mayor exactitud para que se pueda tocar en directo sincronizado con la proyección del filme.

Teniendo en cuenta la valentía que han tenido a la hora de introducir nuevas técnicas e instrumentos, que son poco habituales en Toundra, y en adaptarse a un nuevo sistema de composición marcado por los límites del minutaje que les imponía la película, resulta admirable, además, que haya resultado de todo esto una experiencia audiovisual única, y demuestran que tenemos en España unos músicos de altísimo nivel. Toundra ha sabido cómo dar frescura a

El gabinete del doctor Caligari para traerla al siglo XXI e interpretar de forma muy fiel cada emoción de cada plano siendo exquisitos y precisos sin dejarse llevar por excentricidades. Un trabajo verdaderamente digno de ser exportado a Alemania, tal y como se producirá gracias a la gira que hará Toundra por el país de origen de la película en marzo.