¡Pendejo!: Toma

Una de las cosas que hacen que una banda de rock sea grande es tener alguna característica diferencial, algo que la haga reconocible, que la destaque del resto. En ese aspecto ¡Pendejo! va servida de sobra porque son muchos los aspectos que la hacen única.

Por 25 pesetas cada una díganme bandas de stoner holandesas que canten en español mexicano y que tengan un trombón y una trompeta como elementos fundamentales. Por ejemplo ¡Pendejo! Un, dos, tres, responda otra vez… Difícil, ¿no? Es poco probable encontrar otro nombre que conjugue esos elementos, algo que, en realidad, no pasaría de la mera anécdota si el resultado no fuera absolutamente arrollador.

Pendejo-style

Cuenta El Pastuso, voz y trompeta de ¡Pendejo!, que la idea de mezclar viento y heavy metal surgió una noche que volvió a casa después de beber y fumar en abundancia (y no precisamente agua y tabaco).  Como se ve que no tenía muchas ganas de dormir decidió poner el ‘Aftertaste’ de Helmet y replicar los riffs con su trompeta. El resultado le gustó pero supuso que se debía en parte a la euforia de la ingesta previa, así que a la mañana siguiente y con las facultades al cien por cien, probó de nuevo y se convenció de que la mezcla era incluso mejor que la que había hecho la noche anterior. En ese momento nace una de las señas de identidad de la banda.

Otra de ellas, el hecho de cantar en castellano no siendo su lengua materna, se debe, además de a los vínculos con Latinoamérica de algunos de los miembros, a la sonoridad que le encuentran al idioma. En proyectos anteriores probaron con su lengua materna y con el inglés, pero El Pastuso afirma que es el español el idioma con el que se siente más cómodo.

Y de esta manera llevan desde hace más de una década una carrera que se va construyendo de manera sólida. Han compartido giras con grupos como Monster Magnet, Fu Manchu, Karma to Burn o Helmet y ya tienen un numeroso grupo de seguidores tanto en Holanda como en América Latina y en España. Hasta la llegada del coronavirus habían publicado tres álbumes: ‘Cantos a la Vida’ en 2010, ‘Atacames’ en 2014 y ‘Sin Vergüenza’ en 2018 pero en 2020 todo se detuvo…  o no.

‘Toma’

A la espera de un cuarto larga duración que la pandemia ha obligado a posponer, los neerlandeses no se han quedado quietos y han publicado un álbum, ‘Toma’ con el que vuelven a romper esquemas. Lo componen ocho temas, cuatro de los cuales son versiones de lo más variopintas y los otros cuatro son canciones de sus discos anteriores grabadas en vivo en la sala Altstadt de Eindhoven, en la fiesta de presentación de ‘Sin vergüenza’, allá por 2018.

Si algo tiene ¡Pendejo! es valor (ellos dirían otra cosa menos políticamente correcta), y ahí donde a cualquiera le temblaría el pulso por hacer una versión absolutamente heterodoxa de un clásico intocable del heavy metal como es la mítica “Wrathchild” de Iron Maiden, los holandeses no solo salen airosos sino que conquistan al fan más acérrimo de la banda de Harris y compañía. Con este cover abren el disco, llevando el tema de los británicos a un terreno stoner que transita por líneas graves hasta que la trompeta irrumpe en un solo magnífico dándole un brillo y un brío dignos de elogio. Y si todo esto fuera poca pirueta, salvo el estribillo, cantan el tema en español, algo que en muchos casos suele arrastrar las canciones al abismo de lo paródico, lo que no ocurre ni de lejos en este caso.

La apuesta se dobla en el segundo track, en el que versionan el bolero ‘Tuyo» de Rodrigo Amarante, conocidísimo porque sirvió de sintonía de cabecera de la serie Narcos. En esta ocasión lo llevan a un registro que recuerda bastante a Black Sabbath, casi antitético a la propuesta original y si bien no es tan espectacular como el tema anterior sin duda es muy acertado.

Y hablando de Black Sabbath, a los que por cierto reconocen como una de sus influencias, no podía faltar en este disco una adaptación de una canción suya. Se decantan por “The Wizard”, uno de los temas icónicos del álbum con el que debutaron los de Birmingham un ya lejano viernes 13 de Febrero de 1970. Rebautizado como “El Mago” el corte de ¡Pendejo! prescinde de la intro y va directo al grano. En este caso el peso reposa sobre unas guitarras sucias que le van como anillo al dedo. No podían ser más opuestas la voz arenosa de Pastuso y la de tenor ligero de Ozzy pero una vez más es eso lo que convierte las versiones de este grupo en brillantes, hacen suyos los temas y los adaptan a sus características con resultados excepcionales.

La cuarta propuesta es una de esas que no se adivinarían ni en tres vidas. Se atreven ni más ni menos que con uno de los himnos de Mari Trini, una de las más emblemáticas cantautoras españolas (si no la más) y aunque esta vez el original tiene mucha más carga emocional por lo que representa de reivindicación feminista, llevarlo al stoner con cierto regusto a rock chicano tiene su atractivo.

La cañera “Flotadores” abre la parte en vivo con la misma contundencia que abría su primer disco. Un tema perfecto para hacer vibrar al público en directo. Con un ritmo más pesado pero igual de pegadizo que el de su predecesora continúa “Dos”. Publicada originalmente en 2014 como octavo corte de ‘Atacames’ y con una llamativa letra mantiene la intensidad que es parte del sello de ¡Pendejo!

“Bulla” es un muy interesante tema de contrastes, la voz de Pastuso ataca con agresividad mientras la base instrumental se desenvuelve en ritmos de groove metal para desembocar en la parte de los solos en juegos de armonías de corte jazzistico. Tanto “Bulla” como “Hacia La Luz”, el corte que cierra el disco, nacen de “Sin Vergüenza”, su último álbum de estudio hasta la fecha. “Hacia La Luz” juega con la transición desde la oscuridad del verso hasta un estribillo más melódico y por tanto más iluminado. Un tema eficaz de ambientes opresivos.

Con este ejercicio ¡Pendejo!, una banda que a estas alturas ya no tenía que demostrar nada, se reivindica aún más si cabe saliendo de su zona de confort y enfrentándose a temas nada fáciles de versionar, pero también mostrando en crudo y sin ningún retoque posterior en estudio sus temas grabados en vivo. Y es que ya dicen ellos mismos que lo suyo es «Rock with cojones the size of Danny de Vito”.